Lo que debió tomar al menos 12 días, según las leyes venezolanas, el chavismo lo resolvió en dos haciendo uso de la mayoría simple que todavía ejerce en la saliente Asamblea Nacional. (Lea también: ¿Por qué el chavismo 'corrió' con la elección de los 13 magistrados?)
Así, la tarde del miércoles y como un autorregalo de Navidad, el oficialismo juramentó a 13 nuevos magistrados y escogió a otros 21 suplentes para integrar al Tribunal Supremo de Justicia, el máximo eslabón del Poder Judicial.
Durante las últimas 48 horas el hemiciclo de sesiones del Legislativo venezolano fue escenario de todo tipo de desafueros para el nombramiento de los nuevos magistrados, propuestos en su totalidad por el chavismo y aprobados con mayoría simple (mitad más uno) aunque lo deseable, según las leyes, es que se escojan con los dos tercios de la Cámara.
La legislación venezolana establece que deben transcurrir al menos tres días entre las sesiones parlamentarias para escoger a los magistrados si no se llega a consenso en torno a los nombres. (Lea también: Opositores temen 'golpe judicial' contra nuevo Parlamento venezolano)
Sin embargo, el presidente de la actual Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, convocó dos sesiones el martes con una hora de diferencia entre ellas y ayer hizo lo propio para llegar a una “cuarta” sesión que le permitiera aprobar los nombres por mayoría simple.
El actual Legislativo venezolano se ampara en una reciente decisión del Tribunal Supremo de Justicia –abiertamente controlada por el oficialismo– que le permite seguir legislando en sesiones extraordinarias hasta el último minuto de su período.
Las quejas no sirvieron
De nada sirvieron las quejas de los diputados opositores, quienes apenas pudieron señalar las irregularidades en el procedimiento, pues sus intervenciones eran abruptamente recortadas por Cabello. “Usted podrá decir todo lo que quiera a partir del 5 de enero”, espetó Cabello al diputado Alfonso Marquina, a quien cerró el micrófono el martes.
Marquina apuntaba irregularidades como que el diputado oficialista Elvis Amoroso, presidente del comité de Postulaciones (grupo parlamentario que evalúa las credenciales para proponer los nombres a la plenaria), se postuló para ser magistrado y además escogió a su hijo como secretario de dicho comité. Aunque Amoroso renunció para poder postularse, fue el encargado de leer los nombres de los aspirantes.
Pero ningún señalamiento pudo con el empecinamiento chavista de juramentar a los nuevos magistrados en un último ejercicio de poder de la saliente Asamblea Nacional. La bancada de diputados opositores abandonó la sesión para no convalidar el nombramiento.
Servido así el choque de poderes por parte del chavismo, la oposición venezolana parece entender que se acerca el camino de la confrontación.
Desde su programa de radio matutino, el secretario general de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Jesús ‘Chúo’ Torrealba, aseguró que la designación de los magistrados “no se va a quedar así” y anunció que estos serán revocados por la mayoría opositora de la Asamblea Nacional que se juramentará el 5 de enero (ver recuadro). “No puede ser que la Asamblea del pasado escoja a los magistrados del futuro”, afirmó.
VALENTINA LARES MARTIZ
Corresponsal de EL TIEMPO
Caracas.