Hay dos obstáculos que se le presentan a la Oposición, más o menos igual a lo que se hace en Colombia. Cuando la ley pasa a sanción presidencial, el presidente puede devolverla a la Asamblea con objeciones. La Asamblea puede o no atender las objeciones por mayoría absoluta y se la devolverá al presidente que deberá promulgarla.

El segundo obstáculo es el Tribunal Supremo de Justicia. El presidente, si considera que la ley es inconstitucional, la remite al TSP para que la examine. Como el TSP es chavista, aquí podría embolatarse la ley. Si supera estos obstáculos y Maduro se niega a promulgar la ley respectiva, la Asamblea podrá hacerlo.