Iniciado por Albarios

Mi bogotana estaría ocupada el resto de la semana con su trabajo. Así que regresé el miércoles al Santa, me dirigí a Troya pero no vi a mi Mariposita. Vi a una chica de cara linda y súper buena (con silicón) y le dije “Hola corazón ¿cómo se llama tan linda mujer?” Me dijo Kimberly, originaria de Armenia. Le pregunté el precio por subir al cielo y sonriendo divertida me dijo que eran $50,000 y $6,000 del cuarto. Tras escuchar que sí podía darle trapeadita subimos juntos.

Me dijo que no siempre aceptaba que le dieran trapeadita pero que le caí bien. A lo cual respondí que iba a tratar de corresponder lo mejor posible a esa preferencia. Total que le dije que se acostara para poderla consentir y tras hacer el recorrido de cuello y orejitas hacia abajo me detuve a mordisquear su abdomen y ahí comenzó a prenderse: a cada mordidita y lengüetazo se arqueaba de lo lindo (no pude evitar recordar el tétanos, jejejeje). Y eso que aún no entrábamos en materia.

Cuando comencé a besar y lamer la entrepierna de plano se retorció y hasta creí que iba a echar a correr. Me dijo “Eso se siente muuuy bien, amor” Le puse todo el repertorio y gemía de lo lindo y muy rico. Sus muslos los tenía puestos y presionados como audífonos mientras apretaba mis muñecas muy fuerte. Finalmente, se vino apretando sus piernas tan fuerte que saqué mi cabeza de entre ellas, jejeje.

Le pregunté si quería seguir viniéndose y me dijo “Amor, lo que necesito es que me la meta” Como generalmente trato de complacer a las chicas lindas le dije “Ok, amor abra esas piernitas que aquí le voy”. La lindura estaba prendida y poniendo sus tobillos en mis hombros se movía riquísimo. Además su vagina es apretadita. Después de un rato dándole me dijo “Ahora la quiero en cuatro, amor”.

Antes, me dio una chupadita que en realidad no fue nada del otro mundo pero me tocó la vanidad diciéndome: "¿Y todo esto es suyo y me lo metió todito?" Esta niña lo bate muy bien con el movimiento de sus caderas y seguramente ya le habrá ganado algunos admiradores; además la vista en cuatro era espectacular. Gemía muy rico, así, suavecito pero prolongado y finalmente terminamos con ella cabalgándome.

Nos despedimos de abrazo y besito, diciéndome que la había pasado muy rico y preguntándome cuándo volvería a visitarla.

Salí y me fui a Fiebre donde no vi a Andy pero durante la explorada me pareció ver a la Juliana pelinegra: toda una hembra, muy alta, de pelo lacio, piel blanca, cara hermosa y cuerpo de tentación… Pero por alguna razón no de mi tipo. Tal vez no sabría qué hacer con tamaño mujerón, jajajaja.

Estuve un rato viendo y le pregunté a una chiquitina pelo negro, delgada y de muy buen ver pero no quería trapeadita: deal breaker.

Así que me fui a Paisas en donde busqué ansiosamente a mi Julianita pero sin éxito. Estuve viendo varias chicas lindas le pregunté a otra, de lo mejorcito del lugar: $60,000 y $6,000 del cuarto pero no quería trapeadita le dije “Qué lástima, corazón” y contestó muy linda: “Aaaay, lo sieento…”

Ni modo. Seguí buscando y vi a la Caramelito quien me saludó con su manita a la distancia muy simpática. De nuevo, me hizo sentir bien que me recordara después de estar sólo una vez juntos y sin trapeada. Tal vez fue mi infructuosa insistencia… Me le acerqué para saludarla y me presentó a su amiga. Le pregunté a Caramelo si seguía con su política de cero trapeada y poniéndose seria, como siempre que se lo mencionaba, me dijo que sí, nada de sexo oral para ella. Sólo le dije: “Ni modo, usted se lo pierde, corazón”.

Pregunté a Laura ‘La Costeña’ pero tampoco quería trapeada.

Veía y buscaba ya convencido de que mi angelito Juliana no había ido esa noche cuando escuché al anunciador presentar en pista a ¡Juliana!... Pero no era ella… Claro, ella no baila.

Finalmente, vi a una linda mujercita chiquita, rubia, de ojos claros y cuerpo natural y me animé a preguntar: $60,000 ya con el cuarto. A la trapeadita contestó después de observarme por un momento: “Claro que sí”.

Su nombre es Johana originaria de Cúcuta. La chica es simpática y muy bonita, sobre todo muy bien dispuesta. De firme y suave piel blanca, disfruté mucho el recorrido de mi boca por su cuerpo. Y al parecer ella también pues se contorsionaba y apretaba las piernas cada vez que me detenía a mordisquear y lamer su abdomen, tanto que creí que iba a salir con que ya mejor al palito y nada más. Y no se diga al llegar a su entrepierna; ahí me dijo, mientras cerraba con fuerza las piernas: “Ay, amor, espérame tantito” agarró aire y volvió a abrir las puertas de su paraíso. Y fue cuando entré en materia descargando todo el arsenal.

Esta preciosidad se retorcía como si estuviera loquita, jalaba mi pelo, empujaba mi cabeza para luego atraerla nuevamente a su cosita. Era algo hermoso de ver su preciosa carita a través de sus senos con esa mirada en trance, de suave angustia al sentirse explorada en su intimidad.

Cuando se vino me pidió que se la metiera en cuatro no sin antes darme una mamada con unos de mis condones de sabor, mismos que han tenido mucho éxito. Le puso ganas al sexo oral pero no fue nada fuera de lo común. Al penetrarla me encontré con una cuquita muy apretada y calientita. Movía muy bien sus caderas hasta que me hizo terminar mientras me cabalgaba.

Me llamó mucho la atención que las experiencias con Kimberly y Johana fueron muy similares por la alta sensibilidad de ambas, sus contorsiones tan parecidas, la vainita tan apretada de ambas, su exigencia de ser penetradas y los buenos movimientos durante el brinco.

Fue una noche excelente que rematé regresando en un taxi seguro a casita. ¿No que no, wey? Jajajajaja.