Pues resulta que estoy de nuevo en Bogotá. Llegué hace unos días y después de reunirme con la linda bogotana a la que pretendo seriamente tuvimos una rica cena donde tomé algunas cervezas y terminamos alrededor de medianoche.

De regreso a mi apartamento y un poquito mareado decidí pasar al Santa Fe y allí fui directamente a Troya en donde encontré a Mariposa quien también se hace llamar Valeria quien al verme fue corriendo a abrazarme diciéndome, con vocecita emocionada: 'Hola, mi amor ¿cómo está usted? qué bueno que regresó" y me preguntó si íbamos a pasarla tan rico como la última vez. La verdad quedé gratamente sorprendido ya que no esperaba que me recordará pues sólo estuvimos juntos una vez.

Ella es la flaquita con abdomen de lavadero y unas tetas chiquitas pero lindas. Particularmente sus pezones los tiene muy ricos de color oscuro y al chuparlos un poquito se ponen erectos y largos. Ella es quien hace un oral muy rico y puede ser una niña muy tierna y dulce o una mujer muy cachonda que igual pega una mamada excelente que enseña las fotografías de su pequeña hija. Nuevamente repetimos el tratamiento de un rico 69 mientras metía mi dedo índice en su colita; y de igual manera que la vez anterior logré que se viniera varias veces. No entiendo como dicen que su servicio es regularzón cuando me ha dado unas de las mejores mamadas de mi vida. Nos despedimos con besitos y abrazos, prometiendo volver pronto.

De ahí, anduve mironeando por todos lados, Troya, Paisas, La Casona y finalmente me pasé a Fiebre en donde encontré a Andrea quien igual me recibió con esa bella sonrisa, un abrazo y un beso aunque a ella ya le había avisado que estaría de vuelta. Cuando le pregunté qué íbamos a hacer me dijo con una sonrisa que iluminó su linda carita "Tú ya sabes lo que me gusta". Y como al buen entendedor pocas palabras subimos y la tuve gimiendo durante un buen rato. Nos despedimos igual con besito y abrazo.

Al salir, tuve una experiencia inolvidable. Eran las 2.45 am…