Digamos más bien que el equipo está jugando mal porque Benítez aún no encuentra el equilibrio. La responsabilidad comienza con Florentino que impone la BBC a como dé lugar y a partir de ahí el entrenador de turno debe acoplar el resto de la plantilla y viene el problema con James.

Benítez lo quiere cambiar de mediapunta a centro campista neto y ahí se pierde el talento de James obligado a defender con una exigencia física mayor que le resta no sólo fuerzas sino que lo aleja de la portería. O como sucedió en el último partido, lo pone a jugar de extremo derecho donde tampoco rinde, como varias veces lo intentó Ancelotti y fueron los peores partidos del colombiano. Improvisación por doquier.

Su lugar natural es en el centro, detrás de Benzemá, donde puede desplegar su juego, asistir y anotar. Contra el Barcelona trató de meterse por allí y fue, con Marcelo, los únicos que se salvaron del equipo y pasaron raspando en la calificación. Suyos fueron dos de los tres remates al arco que tuvo el Madrid en todo el partido.

Y por si fuera poco no tiene minutos, dándose el círculo vicioso: no tiene minutos porque no rinde y no rinde porque no tiene minutos. Pese a todo, tiene destellos como el estupendo pase que le hizo a Cristiano y que el luso no supo concretar en el último partido. y contra el Sevilla, pese a los pocos minutos de que gozó, anotó el segundo gol que no alcanzó para espantar la derrota.

Si a James lo pone Benítez donde es, le va a solucionar muchos problemas, pero por lo que se ve otro es su esquema y si James no se acopla al nuevo puesto simplemente se va a la banca.