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Staff Retirado Con Honores Denunciante Dorado 
|  Fallo de la Corte sobre adopción de parejas homosexuales es importado
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 | No cabe la menor duda que han pasado por encima de los colombianos, e inclusive de la Constitución. 
Getty Images Como era de esperarse, finalmente la Corte Constitucional este miércoles salió a paso beligerante dando vía libre a la adopción gay bajo las mismas condiciones que una pareja heterosexual con una votación de seis magistrados a favor y dos en contra, a razón de un demandante activista de la comunidad LGBTI. No cabe la menor duda que han pasado por encima de los colombianos, e inclusive de la Constitución.
Decisiones como estas deben tener una fuerte discusión desde ámbitos científicos hasta morales, acordes y basados a la dinámica social colombiana, y no de países extranjeros desarrollados. Los colombianos no hemos definido una identidad nacional que nos permita establecer la proyección que necesita la nación para pasar del subdesarrollo al desarrollo.
Desde la independencia y posterior desarraigo a las costumbres españolas, los colombianos no pudieron definir el rumbo a seguir, por eso se importaron ideas y estructuras de otros países, desde ideas copiadas de la Revolución Francesa, la Constitución de Estados Unidos, inclusive la de Rusia, que al día de hoy no han calado en una sociedad tan diversa y especial como la nuestra, mucho se habla de derechos en papel, muy poco se habla de derechos en la realidad. Al día de hoy no mucho de esto ha cambiado, por no decir nada, la mayoría de decisiones tomadas en ámbitos jurídicos y académicos son importadas, como si al fin y al cabo los colonizadores nunca se hubieran ido del país. Las instituciones de Colombia muy modernas que avanzan a zancadas del mejor atleta pero la sociedad atrasada al ritmo de una tortuga, un desequilibro enorme que le hace zancadilla a esos colombianos que sienten a Colombia como propia y la quieren ver en desarrollo. Esta decisión de la Corte sin duda ejemplifica la importación de decisiones.
Muchos estudios se han hecho del tema, muy pocos concluyentes, no hay ámbito científico que realmente avale esta decisión, algunos defienden estas posturas, otros no. Lo único que quedó claro es que los derechos de una comunidad minoritaria pasaron por encima de los derechos de los niños.
El artículo 44 de nuestra Constitución quedó por el piso, en su última parte resalta “…La familia, la sociedad y el Estado tienen la obligación de asistir y proteger al niño para garantizar su desarrollo armónico e integral y el ejercicio pleno de sus derechos. Cualquier persona puede exigir de la autoridad competente su cumplimiento y la sanción de los infractores. Los derechos de los niños prevalecen sobre los derechos de los demás.” Igualmente contradice el Articulo 42 “La familia es el núcleo fundamental de la sociedad. Se constituye por vínculos naturales o jurídicos, por la decisión libre de un hombre y una mujer de contraer matrimonio o por la voluntad responsable de conformarla...”. Un niño tiene el derecho a crecer en un ambiente sano, lejos de burlas, con el mejor amor que le puede brindar un padre y una madre, donde se proteja su integridad física, una buena alimentación y sobretodo de una violencia moral como lo dicta la Constitución. El vacío enorme que dejó la partida del honorable magistrado Nilson Pinilla que durante su carrera honesta e impecable defendió la constitución y cumplió a cabalidad sus funciones como magistrado en la Corte Constitucional es de extrañar. Hoy en día la Corte Constitucional a razón de escándalos de corrupción de algunos magistrados y decisiones como está ha perdido el respeto de los colombianos. Finalmente hay que aclarar que quien interpuso la demanda ante la Corte Constitucional es un activista de la comunidad LGBTI que defiende y ha defendido toda su vida los derechos de la misma, en ningún momento de su vida ha abogado por los niños, solo fue el pretexto para el objetivo. Según las últimas cifras del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (30 de septiembre del 2015) hay 299 familias heterosexuales colombianas y 2160 extranjeras en lista de espera, para un total de 2459 familias en espera para un niño. Es decir el número de familias heterosexuales que desean adoptar sobrepasa notablemente a los niños sin familia actual.
Por eso hay que dejar en claro la mentira de que los niños se iban a quedar sin familia si no se aprobaba la adopción gay. Ellos tienen el derecho y siempre la gran posibilidad de tener una familia con padre y madre. Esto sin duda fue el pretexto irónico con que la Corte falló para una minoría en vez de los niños.
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