¿Y La Roma? No todo son carencias de los catalanes. La Roma hizo lo que tenía que hacer, plantarse en el campo, entregarle la posesión y esperar por el error, planteamiento acertado ante un rival con una plantilla superior. Jugarle de tú a tú era arriesgarse a una goleada.

Y en cuando a Messi, lo disminuyó con una defensa escalonada que tuvo éxito parcial pues la habilidad del enano rompía el cerco más de lo debido, pero en general bloquearon, crearon un cortocircuito y trataron de jugar al contragolpe basados en la velocidad de Salah, pero una sola golondrina no hace verano y la falta de acompañamiento y los buenos cierres de la zaga culé lo dejaron en simples intentos que alegraban por momentos a la tribuna, pero nada más.

Un partido de estrategias, tacaño para el espectáculo, salvo el espléndido gol de Florenzi que pagó la entrada, aunque el gol del mordelón también puso su cuota,, pero un planteamiento válido para un resultado que buscó la Roma, pues su intención no era ganar el partido sino sumar puntos para pasar a la siguiente fase.