No, si no niego que la vieja es arribista, que se puso el apellido del marido para subir de estatus y que hizo seminarios en vez de doctorados, o al menos hasta ahora no lo ha refutado. Lo curioso es que ni se armó escándalo, ni se rasgó el velo del templo.

Lo que está por verse no es si la señora se apellida Springer o Pataquiva. Lo que está por investigarse es si la empresa que formó tiene los especialistas que dice que tiene, si estos especialistas son idóneos y si los programas que manejan sirven para el objeto del contrato.

Porque hay que aclarar que lo que está por establecerse va más allá de los presuntos doctorados de la señora porque si consigue demostrar que su equipo de trabajo es lo que dice ser, el panorama cambia. Esperemos que dicen los jueces y no la negra candela de la política.

Y respecto a Carlos Castaño, ¿su muerte lava el hecho de que Yamhure fue su sirvienta en los medios? ¿Que le pagaba y le decía qué debía escribir para favorecerlo? ¿Que esté bajo tierra cambia los delitos que cometieron sus calanchines?

En cuanto a lo rebuscado, el informe existe, en Washington están preocupados y de allí se van a derivar investigaciones penales que acometerá la fiscalía y, por supuesto, el uribismo alegará persecución política y Yahmure seguirá "investigando" que usa toallas higiénicas nacionales en vez de importadas y que tira con un colombiano y no con un europeo y que los bolsos no son de Mario Hernández sino comprados en una promoción de Falabella.