Nos va a tocar acostumbrarnos, como le sucede a Neymar o a Messi, siempre muy marcados. En el mundial los brasileños le dieron pata que fue un gusto y aquí los peruanos le hicieron lo mismo, por eso el susto cuando pidió el cambio, pero por lo que se ve, fue más preventivo que cualquier otra cosa, para no comprometer su titularidad el fin de semana contra el Espanyol. Pero, a pesar de todo, basta un destello para desequilibrar al contrario. Estupendo el pase que le hizo a Bacca y que por poco termina en gol. Y Macnelly ayudó a que se soltara más y rompiera el cerco que le tendían.