Juan Guillermo Cuadrado llegó al fútbol italiano para la temporada 2009-2010. Su primer equipo fue Udinese, en el que no le fue muy bien, pero de a poco, con su cesión a Lecce y su posterior fichaje por Fiorentina, el colombiano se fue haciendo importante, su fútbol destacaba y se hizo figura.
Esas buenas actuaciones en el ‘calcio’ hicieron que Chelsea, el todopoderoso conjunto inglés, se fijará en él. Y lo que pintaba como una bonita historia entre Cuadrado y los ‘blues’ terminó siendo un sinsabor en la vida del colombiano: en Londres no contó con los minutos y la confianza deseados y, tras un semestre, volvió a Italia, donde se le recuerda como un jugador talentoso y donde tendrá la posibilidad de brillar nuevamente.
Su nueva aventura se presenta como una gran posibilidad para resurgir, pues vestirá los colores de Juventus, equipo al que llegó cedido por un año y con opción de compra, pero algo es claro y es que no vivirá situaciones cómodas.
“Cuadrado tendrá que acostumbrarse ahora a un nuevo esquema y una nueva forma de jugar y, a continuación, comprobar que no está demasiado ‘oxidado’ después de su período de actor de reparto en Inglaterra”, asegura sobre el antioqueño ‘La Gazzetta dello Sport’.
Y el mismo medio agrega: “El equipo de Allegri, durante años, ha ejecutado una misma forma de jugar y Cuadrado podría no sentirse bien, y menos si no se adapta a los roles que le pida su nuevo DT”, aunque también reconoce las virtudes del colombiano: “Hay que decir que para la Serie A, aún los regates y velocidad de Juan Guillermo pueden hacer la diferencia”.
El presente y futuro del extremo de la Selección Colombia estará marcado por su trabajo y su entrega. Solo de él dependerá que su historia con la ‘vecchia signora’ sea igual de feliz y satisfactoria que las que ya vivió en la ‘bota’ itálica.