El horror y el amor se juntan en un escenario de degradación.

Cita:

2015/08/22 07:55 Amor sin barreras en Auschwitz Cuando Helena Citronova recibió las primeras cartas de amor que le escribió Franz Wunsch, un guardia nazi del campo de concentración de Auschwitz donde ella era prisionera, pensó que “primero muerta” antes que involucrarse sentimentalmente con un hombre de las SS. “Durante mucho tiempo sentí solo odio. No podía ni mirarlo a los ojos”, recuerda esta mujer eslovaca de origen judío. Sin embargo, los sentimientos de Helena cambiaron cuando su hermana Rozinka, sus sobrinos y ella lograron escapar de ese infierno gracias a la ayuda del hombre que la amaba en secreto. Aunque no consiguió rescatar a los niños, Franz Wunsch le dijo a uno de sus jefes en el campamento que ellas trabajaban para él en Canadá. De esa forma evitó que las dos mujeres murieran intoxicadas en las cámaras de gas. A pesar de que Wunsch salvó a Citronova, su relación tuvo lugar solo dentro del campamento. Luego ella testificó junto a su hermana Rozinka a favor de él en los juicios de Viena de 1972 y eso le permitió salvarse de una condena. Pese a que fue descrito por quienes lo conocieron como un hombre que odiaba profundamente a los judíos y solía golpear brutalmente a los prisioneros, en su defensa Wunsch declaró en los juicios de Viena que “el deseo cambió mi comportamiento salvaje. Me enamoré de Helena Citronova y eso me cambió para siempre. Me convertí en otra persona por su influencia”. Wunsch era austriaco de nacimiento y murió en 2009. Citronova falleció cuatro años antes pero declaró poco antes de su deceso que en su relación con el guardia nazi hubo momentos en los que olvidó que ella era judía y él era nazi. Incluso dijo que previo a su separación llegó a sentir verdadero amor. “No lo escogí, simplemente pasó y fue una relación que solo pudo haber ocurrido en ese lugar”.

Fuente: Semana