Estados Unidos es un país multicultural y como tal ha de comportarse. Cada etnia trae su cultura y enriquece a las demás. Aparte de esto, el español tiene una tradición interesante y extensa desde el siglo XVII en Estados Unidos. Baste decir que varios de sus territorios eran españoles antes de ser anexados a la unión americana y conservaron su lengua y sus costumbres como la Florida, Texas o California para citar tan solo tres ejemplos.

Es tan importante el español que 38 millones (el 13% de la población) lo hablan en sus hogares y ésta la razón para que gran parte de las instituciones estadounidenses presenten sus sitios web en forma bilingüe (inglés - espalo) como la Casa Blanca, el FBI o el Medicare. Incluso hay Estados como Texas donde no existe una lengua oficial y se ordena proporcionar sus informaciones en español.

Este fenómeno cultural es imparable y aunque el inglés es el idioma más hablado, llegará el momento en los próximos decenios en que el español se le equipare no solo por la fuerte migración sino por el arraigo de las costumbres de la comunidad latina. Un ejemplo es Miami donde el español ha conseguido un influjo preponderante.

Respecto a la señora del restaurante es obvio que se sienta amenazada y tema que los inmigrantes le quiten "su" país. Pero si bien los que llegan deben adoptar el inglés como el idioma para comunicarse con las demás etnias y fluir dentro del sistema laboral y educativo, el español llegó a Estados Unidos para quedarse y esta realidad se fortalece todos los días.