Dos hechos: El primero, la declaración del ministro de defensa Luis Carlos Villegas en la que les recuerda a los senadores Uribe y Rangel que ellos bien lo conocen y saben que jamás ocultaría un hecho tan grave como el derribo de la aeronave. Uribe y Rangel aceptaron, aunque el segundo dijo que el gobierno no debía descartar por completo que hubiera sido un acto de guerra.

El segundo, es que los audios son testimonios emocionales basados en suposiciones. Ahora, en el reporte médico de uno de los heridos aparece que presenta una herida de bala. Es posible que, al caer el helicóptero por el accidente haya sido atacado por los grupos armados que operan en el área.

La lógica: es impensable que las Farc, después de lo que les costó el rompimiento de la tregua anterior, se arriesguen a romper la de ahora, a sabiendas de que un hecho de tal magnitud rompería en definitiva el proceso de paz. Son soberbios pero no estúpidos y no van a dispararse un tiro en el pie.

¿Helicóptero derribado? Lo primero es que quien lo hizo debe contar con tecnología avanzada como misiles tierra aire. Simples disparos no tienen la capacidad para derribar una aeronave de éstas y menos aún un "tatuco", hipótesis ridícula por la carencia de alcance y precisión que se necesita.

Lo único cierto es que pase lo que haya pasado Villegas no lo va a ocultar. Esperemos la investigación correspondiente.