Ratifican denuncias por línea 123
Funcionarios del Fondo de Vigilancia reafirmaron denuncias al convenio con la ETB y sugirieron posible soborno. Distrito rechazó señalamientos, afirmó que los funcionarios mienten y desacreditó informes de El Espectador.
“Fernando, te tengo la fórmula para resolver todas las diferencias. Nos vamos a un yate en Cartagena y allá arreglamos todo”. La frase, bastante diciente, fue la que supuestamente le dijo un directivo de la ETB a Fernando Arbeláez, director del Fondo de Vigilancia y Seguridad (FVS), para tratar de destrabar las negociaciones en las que se discutían ajustes al convenio que firmaron el año pasado el Fondo y la ETB para modernizar la línea 123. Arbeláez no aceptó. Por el contrario, mantuvo su posición de pedir cuentas claras.
La explosiva denuncia se escuchó ayer en el primer round del debate de control político que se adelantó en el Concejo por las posibles irregularidades alrededor del convenio. La sesión fue un cruce de señalamientos, que demuestran la lucha de poderes que ha desatado el tema en la administración. En resumen: mientras los directivos del FVS ratificaron las denuncias hechas por El Espectador y lo inconveniente del negocio para la ciudad, la posición del Distrito fue defender el proceso y el trabajo de la ETB, desacreditando a los funcionarios y a los informes de este diario sobre el tema. En el debate estuvieron el gerente del Fondo y Jairo Osorio, subgerente financiero de la entidad. Por el Distrito intervino la secretaria general, Martha Lucía Zamora.
“Me tendieron una celada”
El primero en intervenir fue Fernando Arbeláez, gerente del FVS. Como lo dijo en entrevista con este diario, ratificó las irregularidades del convenio y de cómo la administración pretendía que él firmara una modificación, a todas luces contraria al interés de la ciudad.
Habló de cómo la ETB incurría en sobrefacturación y cobraba por un software inexistente, así como por su mantenimiento. Explicó que desde que conoció el panorama le pidió a la ETB que explicara las cuentas. “En el Fondo no sabíamos qué era lo que nos vendía y qué nos iba a entregar. No había manera de determinarlo”, dijo.
Fue en este escenario que iniciaron las negociaciones infructuosas para tratar de modificar el convenio, con condiciones económicamente más beneficiosas para la ciudad. Arbeláez reiteró que fue objeto de presiones para trasladar dinero a la ETB. “En esas reuniones fue cuando Iván Meza, directivo de la ETB, me sacó y me dijo: ‘Tengo la forma para que arreglemos todo. Nos vamos a un yate en Cartagena y arreglamos todo’… Me dijo que no debería importarme lo que ganaba la ETB”, denunció.
“El informe de Martha Lucía Zamora me ha trabajado la cabeza. Como economista pensé que se podía enderezar este convenio. Pero entendí que en lo penal no puedo firmarlo. ¿Puedo firmar un otrosí que tiene todos los horrores, como lo dijo el informe de la Secretaría General? Claro que no. Lo firmo y me voy para la cárcel y ni el mejor de los penalistas podrá hacer nada, porque había prueba de que yo sabía todo. Entendí que me estaban tendiendo una celada, para embalarme”, concluyó.
“Defiendo la verdad”
Por el Distrito intervino la secretaria general Martha Lucía Zamora, quien arrancó diciendo: “Mi trayectoria me da la solidez moral para estar aquí, porque si hubiera observado una situación anómala no estaría”. A renglón seguido dio su versión de cómo se desarrollaron las negociaciones entre la ETB y el FSV, con la intermediación del Distrito. Desacreditó las denuncias de los funcionarios y la información de El Espectador.
Como lo ha sostenido en días pasados, reiteró que los directivos del FVS fueron quienes promovieron el discutido otrosí y que luego se negaron a firmar. Señala tener en su poder los documentos que demuestran que no hay irregularidades y que los entregará a la Fiscalía. Sugirió que el alto grado de corrupción estaría detrás de los que quieren frenar el convenio, por tener un interés en eliminar a la ETB del negocio. Sobre el informe que elaboró su equipo dijo que sentía que lo estaban usando para enlodar el nombre de la administración y que ella estaba allí para defender la verdad.
“¿Cuál es el interés de contratar directamente a Itelca, como lo manifestaron en varias reuniones? ¿Por qué el Fondo quiso poner contra la pared a la ETB? Todas esas preguntas las resolverá la Fiscalía. Otro tema es la Contraloría”. Aunque reconoció que el convenio amerita reformas e incluir aspectos que no se contemplaron el año pasado, aclaró: “De ahí a que sea un acto lleno de irregularidades y que se hubiese obligado a firmar el otrosí, no es verdad”. Y sentenció: “Seguirá adelante el proceso de modernización con las empresas que cumplan los requisitos. No más palos en la rueda. Tenemos cinco meses para dejar una línea con cánones internacionales”.
Un nido de víboras
Jairo Osorio Villadiego, jefe financiero del FSV, desmintió las afirmaciones de la Secretaria General. Respaldó el relato de Arbeláez y destacó los profesionales de alto nivel que llegaron al FSV. Contó detalles de las reuniones, de la actitud de la ETB ante los continuos requerimientos de información y reconoció que impulsaron el otrosí para corregir irregularidades.
Dijo que el fracaso del otrosí obedeció a la negativa de la ETB a las cláusulas que exigían claridad frente a las cuentas que el Fondo estaba pagando. “A cada solicitud la ETB nos contestaba lo mismo: Cotizamos a precio global y no podemos descubrir los precios a los cuales estamos negociando”. Osorio reiteró que el avance de la modernización sigue en cero.
Denunció que el anexo técnico, que el Distrito dice tener, no sabe de dónde salió, porque ni siquiera consultaron a las agencias (Policía, organismos de socorro y emergencia) que integran la línea 123 para elaborarlo. “No todo el mundo puede estar equivocado. El equipo asesor de la Secretaría General, la Contraloría, la interventoría y ahora nosotros… Se huele un torcido a la legua. Todos en el Fondo lo olemos”.
Ante la afirmación de Zamora de posible interés de los directivos del Fondo por sacar a la ETB para contratar a un privado, le respondió airado. Aclaró que los convenios no tienen ánimo de lucro y que cuando la contraparte subcontrata lo que se le encomendó, es desnaturalizar esa figura para brincarse la ley de contratación. “¿Que tengo interés oculto en el contrato? ¡Respéteme. Con mi honra no juega!”.
Frente a que continuará el proceso, como anunció Zamora, con apertura de sobres… expresó: “¿A quién se le ocurre hacer un proceso de contratación sin certificado de disponibilidad presupuestal? Eso es absurdo. Además, no sabemos con qué anexo técnico lo harán, porque no hay uno firmado. Todo esto tiene más de ancho. El Fondo es un nido de víboras. No ha tenido un contrato que no sea objeto de irregularidades”.
La ETB respondió
La ETB se pronunció al final de la tarde. A través de un comunicado dio su versión sobre el episodio. Resaltó la importancia de la línea 123; su decisión de seguir operándola a pesar de que el FSV no les ha girado recursos, y que los directivos del FSV tendrán que responder por el riesgo en que quedaría la ciudad si la línea colapsa. Al igual que el Distrito, señaló que el convenio se firmó acatando la ley, pero que el primero de julio les llegó un otrosí “por una cuantía inferior y con varios vacíos jurídicos”.
Agregó que a la fecha no ha recibido pago por servicios no prestados y que han entregado los costos discriminados de los servicios, con base en los estudios de mercado. Frente al anexo técnico explicó que lo elaboró el mismo Fondo, por lo que “son incomprensibles los señalamientos de inconsistencias tecnológicas”.
Indicaron que fue el gerente del Fondo quien cuatro veces se mostró complacido con las soluciones planteadas para superar los inconvenientes, pero siempre cambió su opinión. Ante las propuestas gratuitas para montar una línea de emergencias, dijo que no cumplen las características que contempla el anexo que hizo el FSV. Y frente a posibles sobornos, la presidencia de la ETB señaló que si hay algún funcionario con pruebas sobre actuaciones indebidas de algún trabajador de la empresa, que denuncie.
Finalmente instó al Fondo a cumplir las obligaciones del convenio, apropiando los recursos de este año para la modernización de la línea 123, ya que no se conoce decisión ni información al respecto. “Invitamos a los responsables de la operación del NUSE a cumplir y estamos dispuestos a seguir contribuyendo al correcto funcionamiento del sistema, bajo los estándares de responsabilidad financiera y operativa que caracterizan la gestión de ETB”, concluyó.
Por ahora, el debate crece y serán los organismos de control quienes finalmente establecerán si detrás del convenio hay gato encerrado o no.