Verdades a medias, mentiras verdaderas.

El gobierno nacional lo advirtió. Únicamente comprometería el 70% que le corresponde para la financiación del metro si el distrito comprobaba tener los recursos necesarios para cubrir el 30% que le corresponde. Como no tenía de donde, Petro decidió que el monto de crédito aprobado para el TM de la Boyacá, el cable del Simón Bolívar y 20 obras en las localidades, fuera destinado a financiar el metro, pero no puede hacerlo porque del cupo de crédito aportado, sólo se permite destinar 800 mil millones. Como esto va contra la ley, ahí queda la primera chambonada.

Desesperado por dejar al menos comprometidos los recursos de la nación, decidió que las utilidades de la ETB y de la EEB fueran a parar al hueco sin fondo del metro, dejando a estas empresas sin un peso de respaldo para planes de expansión, mejora del servicio, sostenimiento de redes, etc. Y ni aún así le alcanza para reunir la plata para el dichoso metro.

Y ahora sale a decir que la culpa de no ejecutar la tienen los demás. Con el cupo de endeudamiento aprobado, no inició las obras del transmilenio de la Boyacá, el cable del Simón Bolívar y demás obras. Todo paralizado simplemente porque su pésima gestión le impidió conseguir los recursos para el metro y prefirió sacrificar el desarrollo de Bogotá y descapitalizar las empresas para tapar su ineptitud.

Faltan CINCO MESES para que termine el desastre.