Brasil llegó hasta donde debía llegar, en una Copa América nivelada por lo bajo. Un primer cuarto de hora de toma y dame, un gol estupendo de Brasil, un Paraguay que acusa el golpe y Brasil se apodera del campo, generando oportunidades pero sin contundencia.

En el segundo tiempo cambia el libreto. Paraguay copa los espacios y por las bandas se acerca, más con voluntad que con técnica, Brasil se refugia en su campo y juega al contragolpe hasta que llega la fatídica mano de Thiago Silva en el área, conversión del penalti, partido igualado y terminación del encuentro en tablas. Como una pesadilla se revive lo sucedido en la Copa América pasada y Brasil, por cobros errados, regresa a casa.

Dunga en la cuerda floja y se revive el fantasma del pasado mundial. Le falta mucho pelo para moña. La gris Argentina espera al esforzado Paraguay. Pronóstico reservado.