Sansa, en los libros, tiene una evolución interesante. De la niña soñadora y romántica que piensa en valientes guerreros y en las hazañas que cuentan los bardos y le entrega el corazón a su rey Joffrey, bello como ella lo soñó siempre, queda poco. No se convierte en la rata de alcantarilla que sobrevive como Arya, la guerrera, pero aprende a emplear su belleza y dulzura para obtener el poder que le tiene destinado Petyr. En el juego de tronos ella es la belleza que poco a poco consigue el poder que le confiere ser la señora del "Nido de las águilas" y se convierte en una figura decisiva en la guerra contra los caminantes blancos.

Por eso me emputó que la reduzcan a una vieja huevona que sufre una violación al mejor estilo de las extinguidas telenovelas venezolanas. Un mercado de lágrimas para revolver el morbo de los espectadores y conseguir rating. Ojalá, en la sexta temporada, la reivindiquen y se convierta en la Stark que se apropie del destino de sus ancestros, que una en torno suyo a todo el norte para enfrentar al enemigo común.

Una inquietud. ¿El testamento de Robb que dejó como su heredero a Jon, qué pasa con eso? Por eso me desconcertó que haya quedado muerto, bien muerto. ¿Será que lo resucita Melissandre? Y de paso queda convertido en el Azar Ahai que se necesita. Mejor dicho, ¿un espectro para combatir espectros?