Un hecho cometido por el policía en ejercicio de sus funciones por lo que conocería la justicia penal militar, blanda para juzgar estos casos. Un ejemplo del fuero militar que acaba de ser fortalecido.

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Entre la vida y la muerte por desmedido ataque de un Esmad de la Policía Por: KienyKe junio 12, 2015 Un joven en Ibagué está en coma porque le dispararon a su cara un gas lacrimógeno. Desde el 9 de junio Cristian Andrés Pulido está recluido en la unidad de cuidados intensivos del hospital regional Federico Lleras Acosta, de Ibagué (Tolima). El último informe médico indicó que, sobre las 2 de la tarde de este viernes, sufrió un derrame cerebral y que su estado de salud con el paso de los minutos se ha complicado. Cristian Andrés Pulido ingresó al centro asistencial sobre las 2:30 de la tarde del martes pasado con una herida en la parte izquierda de la frente. Según sus amigos, que lo ingresaron al área de urgencias, un policía del escuadrón antidisturbios de la Policía, Esmad, fue el causante de la pronunciada herida. Cristian resultó herido en medio de las manifestaciones que los universitarios estaban adelantando en el campus universitario, en conmemoración del Día del Estudiante Caído. Lea también: (video) Esmad hiere a mujer de la tercera edad en Sogamoso durante el paro. Para el 8 y 9 de junio algunos universitarios del país recuerdan dos muertes: la del estudiante de derecho de la Universidad Nacional de Bogotá, Gonzalo Bravo Pérez, quien fuera asesinado el 7 de junio de 1929 por un soldado del batallón Guardia Presidencial mientras protestaban cerca del Palacio de Bolívar, y la del también estudiante Uriel Gutiérrez, quien perdió la vida el 8 de junio de 1954 en una marcha que los estudiantes de la Universidad Nacional realizaban por la muerte de Bravo Pérez, 25 años atrás. Así quedó la cámara fotográfica con la que Cristian Andrés Pulido estaba registrando las acciones del Esmad de la policía. Cristian Andrés Pulido no fue el único estudiante que resultó herido durante los disturbios que se presentaron a las afueras de la Universidad del Tolima, pero sí fue el más grave. Lea también: “Nunca vamos a superar la agresión del Esmad”. Desde que ingresó al centro médico se encuentra en coma inducido. Según los reportes hasta ahora conocidos, los médicos indicaron que el joven fue hospitalizado con trauma craneoencefálico severo y que puede llegar a perder uno de sus ojos. Incluso se teme que pueda quedar parapléjico. Uno de los amigos de Cristian Andrés, testigo presencial de los hechos, dijo a la prensa que el joven fue operado, lo indujeron a un estado de coma y se está debatiendo entre la vida y la muerte. Su pronóstico es reservado. Los compañeros del estudiante contaron cómo él resultó herido. Al parecer Cristian Andrés Pulido no estaba participando como manifestante en los enfrentamientos que se estaban llevando a cabo contra los uniformados del Esmad. Estaba registrando con su cámara fotográfica la forma en que varios policías irrumpieron en el campus de la universidad y agredieron a varios estudiantes. De acuerdo con la versión de sus compañeros, que estaban junto a Cristian Andrés al momento de los hechos, uno de los antimotines que estaba a menos de cinco metros de distancia del joven fotógrafo, al sentir el flash de la cámara, disparó contra él un cilindro de gas lacrimógeno. El arma, que rompió la cámara fotográfica, también impactó con fuerza el rostro del joven. Al parecer, la intención del policía era impedir el registro gráfico que Cristian, estudiante de sexto semestre de licenciatura en ciencias sociales, realizaba para la Asociación Colombiana de Estudiantes Universitarios (Aceu), de la que hace parte como miembro del grupo de Derechos Humanos. El Consejo Académico de la Universidad del Tolima emitió un comunicado en el que rechazaron las acciones violentas contra las personas que hacen parte de la institución y contra la infraestructura del claustro. Así mismo rechazaron la incursión de los policías a la universidad y dejaron en claro no había autorización para su entrada, y que el ingreso al campus es una violación a la autonomía universitaria.

Fuente: Kienyke