Quieren obligar al gobierno a decretar el cese bilateral del fuego, presionado por la opinión pública. Pero consiguen el efecto contrario, al darle argumentos a los enemigos del proceso de paz que buscan romper las negociaciones y reanudar la guerra total.

El problema para ellos es que el gobierno la tiene clara como lo manifestó el exministro Pinzón. La ofensiva militar contra las Farc y el Eln no va a ceder. Únicamente se bajará la guardia cuando se firme, se efectúe la desmovilización y se entreguen las armas.

Las cifras son contundentes. En el primer cuatrienio fueron dados de baja 54 cabecillas de las Farc, entre ellos el "Mono Jojoy" y "Alfonso Cano", al igual que 42 líderes de las Bacrim y de 33 bandas criminales que había en 2010, quedaron tres: ‘Clan Úsuga’, ‘los Rastrojos’ y el ‘Erpac’.

Infortunadamente, en esta escalada de la guerra la única perdedora es la población civil. Se logró un avance importante con la Comisión de la verdad, pero las bajas seguirán de parte y parte hasta que la cordura regrese y con ella el desescalamiento que comienza con dejar por fuera de la guerra la población civil y los atentados contra el medio ambiente.