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¿Por qué el enroque entre el Mindefensa y el embajador en Washington? Como ministro, Villegas cambiaría el tono beligerante que emplea Pinzón para referirse a las Farc. Por: POLÍTICA | 9:42 p.m. | 19 de mayo de 2015 El ‘enroque’ entre el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, y el embajador en Washington, Luis Carlos Villegas, tiene, por encima de todo, una relación directa con el curso del proceso de paz de La Habana. La salida de la voz dura (la de Pinzón) contra las Farc -los llamaba “ratas”- y la llegada a Defensa de un negociador plenipotenciario en el proceso con las Farc, implica ante todo un cambio de tono con la guerrilla. Así lo entienden los sectores más afectos al proceso. "Espero que este cambio en el Ministerio de Defensa implique un cambio de orientación y de declaraciones no estridentes y por el contrario favorables hacia el proceso de paz. Un cambio orientado hacia la finalización del conflicto y esto lo puede alentar el hecho de que el doctor Luis Carlos Villegas ha hecho parte del proceso de paz”, dijo Iván Cepeda, senador del Polo. “Esto sin duda traerá un cambio en el lenguaje de este Ministerio”, dijo el senador Antonio Navarro, de Alianza Verde. En el mismo sentido se pronunció la senadora liberal, Viviane Morales: “Seguramente el Gobierno pensó en una persona que ya mostró un compromiso con el fin del conflicto y Villegas tiene un perfil menos beligerante del que ha mostrado el ministro Juan Carlos Pinzón”. Desde las filas del Polo, hasta el uribismo, la interpretación es similar: “El nuevo ministro de Defensa, lo más seguro, va a ser muy complaciente con la exigencia de las Farc de no llamarlos terroristas, como una forma de complacer esa exigencia que han hecho en La Habana, lo cual va a desmoralizar aún más a la Fuerza Pública”, dijo Alfredo Rangel, senador uribista. Villegas, un hombre más veterano, vocero por años del sector más fuerte del empresariado (los industriales), más civilista, más dialéctico, le enviará a La Habana un mensaje: podría estar llegando definitivamente el fin del conflicto. No deja de ser significativo que el hombre que se sentó a la mesa con los jefes de la guerrilla hasta hace unos meses, que los confrontó, pero que también los escuchó, asuma las riendas de la Fuerza Pública. El nuevo ministro de Defensa es, además, un interlocutor válido de muchos sectores de la opinión. Su trayectoria como líder de la sociedad por más de cuatro décadas le ha hecho ganar respeto entre sus mismos contradictores. Podría decirse también que Villegas, un hombre sin aspiraciones políticas, sin agenda propia, le permitirá a Santos enfrentar mejor la etapa final de la negociación, que es donde están los puntos más difíciles de la negociación como la justicia transicional (las penas que tendrán que imponerse a los jefes de la insurgencia), su elegibilidad y la dejación de las armas. Por lo demás, Pinzón da por terminado el papel de “duro” asignado por el Presidente para el momento en que se necesitaba esa radicalidad desde el Ministerio de Defensa. Como en los viejos tiempos, el saliente Ministro de Defensa, quien ha confesado en privado su interés en una candidatura presidencial para 2018, irá a Washington a cumplir su rol oficial, pero también a planificar su regreso al país antes de dos años para intentar su papel de candidato. Hasta hace unas décadas la embajada en Washington era vista como antesala de una candidatura presidencial. Pasó así con Olaya Herrera en la década de los 30, y más recientemente con Misael Pastrana Borrero, Julio César Turbay Ayala y Virgilio Barco. Álvaro Gómez también probó suerte en ese recorrido. Pinzón vendrá a probar suerte como candidato presidencial en 2018 y a dejar constancia de sus aspiraciones presidenciales. No importa que tenga que enfrentar a Germán Vargas, quien también irá por la candidatura presidencial en ese momento. Si bien sale del Gobierno, continuará en la política, con la protección de Santos. POLÍTICA

Fuente: El Tiempo

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“Villegas conoce a las FARC y no traga entero” El presidente de Acore, general (r) Jaime Ruiz Barrera, aplaude el nombramiento del nuevo ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas. Horas después de que el presidente Juan Manuel Santos hizo público que el actual embajador en Washington, Luis Carlos Villegas, asumirá la cartera de Defensa, Semana.com consultó a la Asociación de Oficiales Retirados de las Fuerzas Militares (Acore) sobre el nuevo nombramiento. Su presidente nacional, el brigadier general (r) Jaime Ruiz Barrera, afirmó que ven con buenos ojos la llegada de Villegas a la cartera de Defensa. Su trayectoria en el sector privado, entre otros, “ayudará a solucionar grandes problemas que tenemos en materias de salud, pensiones y salarios, que afectan tanto a militares como a policías”. Barrera espera que “su hoja de ruta se identifique con la nuestra”. Aseguró que si bien no se desconoce la labor de Juan Carlos Pinzón -ministro saliente y quien reemplazará a Villegas en Washington-, considera que “ha sido una piedra en el zapato también para algunos asesores muy cercanos al presidente de la República”. Aunque el nombre de Villegas había rondado entre la baraja de candidatos al gabinete, para algunos le hacía falta la ‘mano dura’ necesaria para comandar un ministerio como el de Defensa. Sobre esto Barrera comentó que el también expresidente de la Andi “es una persona conocida en el país y un buen amigo nuestro. Comprende las necesidades de nuestra institución”. Así mismo, sobre la posible ‘jugada política’ que el presidente Santos estaría realizando con el nombramiento, en aras del posconflicto, el presidente de Acore ratificó que: “Villegas es una persona que conoce a las FARC, conoce sus intenciones y sus posiciones. Es decir, no es una persona que va a tragar entero las cosas que se han pretendido imponer. Eso nos da una garantía de seguridad, es un hombre de posiciones firmes”. En algunos casos Acore, más que la asociación de militares en retiro, ha sido considerada por la opinión pública una voz política de las Fuerzas Militares. En el pasado varios excomandantes del Ejército participaron en debates para reclamar garantías jurídicas a las tropas en su lucha contra la insurgencia armada. También, en la última campaña presidencial la asociación se acercó a Óscar Iván Zuluaga y al Centro Democrático, con lo que tomaron un discurso similar al de los opositores al proceso de paz. Pero pareciera ser que desde entonces los militares en retiro han tenido un rumbo más sosegado, sosteniendo inclusive diálogos con la izquierda. En febrero, igualmente, se sumaron al Pacto nacional por la paz. Con el ‘visto bueno’ a Villegas pareciera que Acore continúa por dicho camino, a pesar de que, como ratificó Barrera: “Vemos muy lejana una hipotética situación de paz, con las posiciones radicales que ha asumido el grupo terrorista en La Habana. Para pensar el posconflicto falta mucho tiempo todavía”.

Fuente: Semana