Respuesta: Uribe y las palabras La única motivación que tiene el señor(¿?) Alvaro Uribe Vélez para perseguir a quién se le dé la gana calificándolo, como buen déposta que es, de terrorista, es el encubrimiento de la forma en que él y sus amigos o afines, ascendieron a la cúspide de las élites económicas y políticas de Colombia y América.
Las élites tradicionales deben tener en cuenta la diferencia entre la guerra propia del conflicto político y socioeconómico de vieja data tanto en Colombia como en América y en el mundo, y la guerra enrarecida por el terrorismo protagonizado por las élites narcotraficantes. La coyuntura del mundo actual, pasa por resolver este conflicto hacia formas de sociedad que superen el conflicto político hacia sociedades más solidarias y equitativas sin que la solución pase por la aniquilación física de los bandos protagonistas del conflicto. Incluso la solución en Colombia, pasa por la aceptación de estás élites narcotraficantes de carácter fascista, a través de su inclusión en la negociación, pero bajo términos de dejación de la violencia como medio de afirmación de su recién conseguido estatus socioecnómico y sociopolítico.
La solución del caballero de la muerte, señor Uribe, es la aniquilación del contrario para entronizar en el poder político absoluto a la narcolélite y a las mafias que lo patrocinan, llevándose de paso a las viejas élites, como ya queda suficientemente demostrado. Desde este punto de vista, el actor légitimo de una de las partes en el conflicto, de los diálogos , y de las tentativas de Paz, es el señor Presidente Santos, de ninguna manera, el jinete de la muerte, el señor Uribe. |