Yo diría también que la extrema izquierda: los que dentro de las filas guerrilleras se oponen a la desmovilización y entrega de armas.

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Santos: “El enemigo de la paz es la extrema derecha” Así lo afirmó el presidente al hacer referencia a las amenazas de las Águilas Negras a defensores de Derechos Humanos y reclamantes de tierras. Durante la instalación de la ‘I Cumbre iberoamericana sobre Derechos Humanos, migrantes y trata de personas’, el presidente Juan Manuel Santos acusó públicamente a la extrema derecha de ser el principal enemigo de la paz. El mandatario, ante defensores del pueblo de diferentes países del hemisferio reunidos en Bogotá, dijo que una de las causas del delito de trata de personas es el conflicto armado, la pobreza y la falta de oportunidades. Por ello, aseguró, su empeño es poner fin al conflicto más antiguo de América Latina y a esa “fábrica de víctimas” que supone la guerra. Santos consideró que es más difícil hacer la paz porque la guerra resulta “más popular”. Y que entre los enemigos de la paz está la extrema derecha, que durante este proceso de reconciliación ha arreciado sus amenazas contra defensores de Derechos Humanos, víctimas reclamantes de tierras, y en general a todo el que piensa diferente. Durante su intervención, Santos exhibió un panfleto firmado por las ‘Águilas Negras’ contra dos profesores y varios estudiantes de sociología de la Universidad Nacional en Bogotá. Aunque el mandatario aclaró que ese grupo armado ilegal y heredero del paramilitarismo dejó de existir hace tiempo, estos “ejércitos criminales” son terroristas de la extrema derecha. Santos dio instrucciones la Policía y a la Fiscalía perseguir “con todo el peso de la ley” a quienes están detrás de este tipo de amenazas. En el evento, Santos se mostró gratamente sorprendido por las cifras reveladas por el defensor Jorge Armando Otálora en el sentido de que desde el año 2011, cuando entró en vigencia la Ley de Víctimas, se hayan inscrito más de siete millones de víctimas. De ellas, más de 500.000 ya han recibido una reparación administrativa, que el mandatario calificó de "simbólica".

Fuente: Semana