Denunciante Dorado
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 | Last Day of the Mini Marx Installation at the Porta Nigra in Trier - Marxensflug  A life of fight | Una vida de lucha.
“Happy birthday 197, Karl Marx!!” [Tréveris, Reino de Prusia, 5 de mayo de 1818 - Londres, Reino Unido, 14 de marzo de 1883] Karl Marx
Filósofo
Karl Marx, conocido también en castellano como Carlos Marx, fue un filósofo, intelectual y militante comunista alemán de origen judío. Wikipedia
Fecha de nacimiento: 5 de mayo de 1818, Tréveris, Alemania
Fecha de la muerte: 14 de marzo de 1883, Londres, Reino Unido
Enterrado en: 17 de marzo de 1883, Cementerio de Highgate, Londres, Reino Unido
Educación: Universidad de Jena, Universidad de Bonn, Universidad Humboldt de Berlín
Hijos: Eleonora Marx, Laura Marx, Jenny Longuet, Henry Edward Guy Marx, Jenny Eveline Frances Marx, Edgar Marx
Karl Marx y la lucha por la libertad
05/05/13
“Los filósofos se han limitado a interpretar el mundo de distintos modos; de lo que se trata es de transformarlo” Karl Marx
marx
Karl Heinrich Marx es uno de los intelectuales más importantes del siglo XIX, a menudo reconocido por sus contribuciones en el desarrollo de la ciencia social y sus teorías de la emancipación del proletariado. Para estudiar la vasta obra del filósofo alemán nacido en el antiguo Reino de Prusia, haría falta invertir varios años que derivarían en el entendimiento de su ideología y complejos puntos de vista.
Mucho se ha escrito sobre la figura de este controvertido personaje, uno de los hombres que más influyeron en las revoluciones socialistas del siglo antepasado. Para muestra, basta con recordar que la Unión Soviética erigió su poderío en base a las enseñanzas del gran pensador prusiano, quien no gozó de grandes reconocimientos en vida pese a consolidarse como uno de los militantes comunistas más trascendentes de la época.
Entre sus principales obras, se encuentra el Manifiesto del Partido Comunista y El Capital; en el primero de ellos, condiciona el devenir de la sociedad a la lucha entre las clases dominantes y las explotadas, señalando que la verdadera libertad se alcanza con la abolición del Estado y la burguesía. Mientras tanto, el segundo de sus trabajos desarrolla su teoría del valor y desmenuza el sistema capitalista imperante.
Pese a ser duramente criticado por otros intelectuales, la influencia de Marx es innegable, porque ha centrado la atención en un problema que no puede ser escondido bajo ningún velo: la explotación del hombre. Más allá de cualquier argumento en favor del sistema actual, no podemos pretender vivir en un mundo perfecto donde los problemas no existen, ni las desigualdades, ni las injusticias, ni la esclavitud. Estamos insertos en un régimen que condiciona nuestra existencia, es un hecho inevitable.
Las preguntas que un hombre pueda platearse sobre este tema ya implican un grado de conciencia superior al promedio, una forma de pensar que rebasa la conformidad de aquellos que creen que el modelo funciona de tal manera por ley divina. No se trata de confrontar a los poderes con revoluciones (aunque muchas veces es necesario), la verdadera emancipación comienza por determinar donde se encuentra nuestra felicidad.
Una persona que aborrece las injusticias, jamás podrá ser feliz en tanto mire la opresión de sus semejantes; un ser que ame a su familia, sufrirá el dolor de aquellos que pierdan una hermana, un esposo o un hijo…por el simple hecho de que lo entiende. Todos tenemos una visión del mundo ideal, pero pocos empleamos nuestras manos para construirlo.
A continuación, un pensamiento de Marx inserto en sus Manuscritos de 1844.
“¿En qué consiste, entonces, la enajenación del trabajo? Primeramente en que el trabajo es externo al trabajador, es decir, no pertenece a su ser; en que en su trabajo, el trabajador no se afirma, sino que se niega; no se siente feliz, sino desgraciado; no desarrolla una libre energía física y espiritual, sino que mortifica su cuerpo y arruina su espíritu. Por eso el trabajador sólo se siente en sí fuera del trabajo, y en el trabajo fuera de sí. Está en lo suyo cuando no trabaja y cuando trabaja no está en lo suyo. Su trabajo no es, así, voluntario, sino forzado, trabajo forzado. Por eso no es la satisfacción de una necesidad, sino solamente un medio para satisfacer las necesidades fuera del trabajo. Su carácter extraño se evidencia claramente en el hecho de que tan pronto como no existe una coacción física o de cualquier otro tipo se huye del trabajo como de la peste. El trabajo externo, el trabajo en que el hombre se enajena, es un trabajo de autosacrificio, de ascetismo. En último término, para el trabajador se muestra la exterioridad del trabajo en que éste no es suyo, sino de otro, que no le pertenece; en que cuando está en él no se pertenece a sí mismo, sino a otro. (…) Pertenece a otro, es la pérdida de sí mismo”
La libertad no llega sola… sentarnos a esperar solo abre el camino a la opresión.
Atte. Don Filo, el tendero.
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