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Antiguo 05-05-2015 , 11:18:10   #82
Hannibal Lecter
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Predeterminado Respuesta: El Topic De Los Psicopatas


Restos de algunas de la víctimas de Camargo en Ecuador.

NACE EL ASESINO

Tras ser liberado, Camargo se dedicó a trabajar como vendedor ambulante de pantallas de televisión. Un día, mientras pasaba frente a una escuela, Camargo vio una jovencita de nueve años cuyo aspecto le volvió loco, le “enamoró”. Decidido a hacerla suya, la llevó con engaños a una zona poco transitada en donde le arrebató la virginidad sin tener piedad de sus lágrimas y, no contento con eso, la estranguló para evitar ser delatado y luego, sin enterrarla, la dejó junto a las pantallas de televisión que llevaba. Fue su primera violación con muerte.

El error de abandonar las pantallas, tras el miedo inicial y huída por su primer asesinato, le costaría caro; ya que, cuando al día siguiente (3 de mayo de 1974) regresó para ver los televisores que dejó y enterrar al cadáver, un agente de la policía sospechando de su comportamiento decidió seguirle e interrogarle, descubriendo finalmente el lugar donde había abandonado el cadáver de la niña. Gracias a la acción policial Camargo fue detenido en Barranquilla ese día.

Ésta vez la justicia colombiana no sería suave con Camargo. El castigo debía ser ejemplar. En efecto, se lo condenó a permanecer 25 años en la prisión de la isla Gorgona, una especie de versión colombiana de Alcatraz de la cual, hasta la fecha, ningún criminal había escapado. Díez años estuvo Camargo en esa isla volcánica de 28 kilómetros cuadrados situada en el Pacífico de Colombia, diez años en los que se entretuvo leyendo a autores del calibre de Nietzche, Freud o Dostoievsky, diez años en que también, preparándose para el gran día, leyó libros de navegación y estudió con detalle las variaciones de las corrientes en torno a la isla.

Cuenta al respecto Juan Antonio Cebrián, en su obra Pasajes del terror: Psicokillers, asesinos sin alma, lo siguiente: ‹‹En ese aislado paraje estuvo encerrado diez años, pues lo cierto es que la isla por inhóspita apenas tenía vigilancia y los presos deambulaban a sus anchas por la pequeña extensión insular. La tarde del 23 de noviembre de 1984 Camargo, en uno de sus paseos, descubrió una pequeña barca abandonada, y no se lo pensó dos veces; empezó a remar con la desesperación del superviviente. Sin alimentos ni agua remó sin descanso durante tres días hasta que divisó las costas continentales. Milagrosamente se había salvado aunque su aspecto y situación anímica daban a entender que sus días estaban contados. Pero Daniel Camargo era inteligente y tenía capacidad para generar recursos que le permitieran seguir adelante››

Al enterarse de su fuga y desaparición, las autoridades colombianas —firmemente convencidas de que su Gorgona era una prisión de máxima seguridad en que las corrientes y los tiburones hacían las veces de un sistema de guardia secundario— le dieron por muerto y la Prensa se aventuró a publicar que el “monstruo” había sido devorado por los tiburones. Lo habían subestimado y el tiempo se los demostraría.
Fue así que, aprovechando el hecho de que se lo creía muerto, Camargo cruzó a Brasil y, como cuenta Francisco Febres Cordero (periodista ecuatoriano que lo entrevistó): “recorriendo el continente vino a dar por acá, llegó a Quito, durmió una noche en los portales de Santo Domingo y a la mañana siguiente preguntó: "¿No hay un sitio más caliente en este país?, aquí me voy a morir de frío". Así llegó en bus a Guayaquil, el 5 ó 6 de diciembre de 1984. Y allí comenzó su dantesca, horripilante historia…


Las atroces cifras que le llevaron a la fama

La ola de terror que sacudió a Ecuador inició un 18 de diciembre de 1984 con la desaparición de una niña de nueve años en la ciudad de Quevedo, al día siguiente continuó con la desaparición de otra niña (de diez años) y luego vino desaparición tras desaparición…

Poco a poco los cadáveres de las jóvenes vírgenes fueron apareciendo con huellas de machetazos, cuchilladas, estrangulaciones y signos de violación. Aparecían desnudas, en parajes llenos de vegetación, generalmente en la vía Perimetral, en la vía Nobol y en la Avenida de Los Granados. Los forenses no podían determinar con exactitud la causa de la muerte y además se sabía que, por la zona de la provincia del Guayas en que operaba Camargo, había una banda de sádicos violadores, de modo que también resultaba difícil la labor policial para determinar al autor.

Sólo después de ser arrestado se supo que los asesinatos con violación sumaban un total de 71, y que los lugares habían abarcado Guayaquil, Quito, Ambato, Machala, Nobol, Quevedo y Ventanas y, sobre todo, que su autor había sido un enclenque cincuentón de apenas 1,65 de estatura. Sus víctimas, normalmente fueron campesinas, colegialas, escolares, universitarias, empleadas domésticas, incluso una de ellas era un experta en karate, eso tampoco la sirvió para defenderse del asesino…



Su Modus Operandi

En Guayaquil, Camargo sobrevivía como un indigente que cargaba bultos en un mercado público, ganando apenas un sueldo de 40 sucres diarios (algo menos de un dólar) con esto se mantenía a base de seco de chivo (una comida típica muy económica) y cola. Además tras cada asesinato vendía bolígrafos, ropa, joyas y otros objetos de sus víctimas. Aún así su situación económica era tan precaria que debía dormir en el banco de algún parque.

Siendo feo, viejo y pobre como era, Camargo no seducía a sus víctimas sino que hábilmente utilizaba su fealdad y vejez a favor de un sutil método de engaño y persuasión. Él, que casi siempre seleccionaba niñas, púberes y jovencitas de estratos sociales bajos, se acercaba con la Biblia en la mano y les decía que era extranjero, que estaba buscando al pastor George Winchester, a su fábrica e iglesia, que debía entregarle una fuerte suma de dinero a dicho pastor y que les daría una buena cantidad de dinero si le acompañaban y le mostraban el camino. Incluso, a las que no eran niñas las engañaba diciéndoles que les podía conseguir un buen empleo en la fábrica del pastor, la cual siempre quedaba a las afueras de la ciudad… Así y aprovechando su vejez y aspecto para que nadie (incluyendo las chicas) sospeche de él, Camargo tomaba un bus con la chica y, una vez que el bus se adentraba por parajes solitarios, él les decía que por allí había que bajar.

Llegaba luego el momento crucial, para lo cual él siempre hacía que la chica caminase atrás de él y a una distancia prudencial, de modo que así ella se sintiese confiada. Entonces era cuando él, con la excusa de buscar un atajo, decía que debían adentrarse en el paraje: si la chica se rehusaba, él la dejaba ir y ella se salvaba; si la chica lo seguía, él la llevaría al lugar propicio para violarla y matarla impunemente.

Una vez adentrados en el paraje solitario (en los casos en que le seguían), él se giraba con una mano detrás a modo de quien sostiene un revólver, le decía a la chica que el pastor no existía y que él la había llevado allí para “hacer el amor” y, tras insinuarle que si no cedía usaría el revólver (lo que tenía era un cuchillo), la sometía y la violaba. “Yo optaba por la persuasión antes que por la amenaza”, dijo alguna vez Camargo con respecto a su método…
Como consideraba que la violación con muerte era un acto irrepetible y único, Camargo se esforzaba por retener todos los detalles sobre sus víctimas, memorizando siempre sus nombres y, cuando era posible tomaba objetos de su víctima para preservar un "recuerdo", aunque muchas veces acababa vendiéndolos para sobrevivir.


Finalmente, Camargo solía darle machetazos a los cuerpos, arrancarles los órganos a veces…Todo con el fin de despistar a la Policía, de dejar la menor cantidad posible de huellas. Dijo por ello lo siguiente de sí mismo: ‹‹mataba sin dejar huellas. Siempre llevaba una camisa de más, y cuando las manos se me manchaban de sangre, las limpiaba orinando sobre ellas››

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DIOS Existe

Última edición por Hannibal Lecter; 05-05-2015 a las 11:29:56
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