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Denunciante Dorado
 |  'A quien cree en Dios el demonio no le toca un pelo': padre exorcista
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Dice que ha visto personas ‘volar’ por el aire. A algunas que sacan cosas de su boca. A otras que hablan idiomas extraños y adquieren de repente fuerzas incontrolables. Pero asegura que no tiene miedo. Que en más de 21 años practicando exorcismos en distintos países, no ha pasado una noche sin dormir tranquilo. El padre Carlos Spahn nació en Buenos Aires (Argentina), donde se formó en Filosofía y Teología. En Europa, ya ordenado como sacerdote, conoció al padre italiano Gabriele Amorth, tal vez el más reconocido exorcista del mundo. Él fue su maestro.
En el 2008, llegó a México, al estado de Campeche, donde inició su labor religiosa. Hoy vive en la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, donde fundó su comunidad religiosa. Espera levantar allí un centro de espiritualidad para acoger a sus fieles. Estaría listo hacia marzo del 2016.
Desde este viernes está en Colombia, y en su primera visita –por invitación del canal Tele Amiga– hablará sobre cómo vencer el pecado para derribar al demonio. Ya lo hizo en Medellín, hoy (sábado) estará en Manizales y este domingo, en Bogotá. En diálogo con EL TIEMPO, se refirió al exorcismo y a cómo percibe al demonio y dio detalles de sus ceremonias.
¿Qué o quién es el demonio? Es un ser espiritual que no podemos percibir por los ojos. Se manifiesta de manera extraordinaria. Se ha aparecido en el aire, en cosas. Una de sus estrategias es hacer como que no existe, y con eso tiene más campo de acción. Si la gente no cree en él ni en el pecado, tiene más posibilidad de enfrentarlo.
¿Cómo sabe alguien que está poseído? Por lo general, las personas son reticentes. Muchos en principio lo asocian con enfermedades. Pero entre esquizofrenia y posesión, por ejemplo, hay diferencias. En la primera, la persona sabe qué le está pasando. En la posesión se pueden conocer cosas ocultas, llevar elementos, el santísimo sacramento en el bolsillo; decir cosas teológicamente perfectas, hablar lenguas desconocidas, levitar en el aire, lanzar agujas por la boca. Van a donde los médicos y psiquiatras y las medicaciones no producen el efecto esperado.
¿Por qué ocurre? Hay gente que desea el mal al otro, personas que acuden a brujos o curanderos para hacer cosas extrañas por envidia. La persona que busca hacerle daño a otro, esa es la primera perjudicada. El brujo también lo es.
¿Tiene que ver con el pecado? Quienes viven en pecado mortal y no rezan están desprotegidos. Estoy segurísimo de que a mí el demonio no me puede tocar un pelo, porque el que confía en Dios recibe su protección. Pero lo más grave no es que entre en una persona. Es más delicado que la gente viva como si Dios no existiera. Quien vive en pecado mortal enfrenta algo peor a una posesión. La persona que aborta, por ejemplo, es presa fácil. Una de las causas por las que ataca el demonio es que las personas acaban con la vida de otros.
¿Cómo son sus ceremonias? Duran aproximadamente 40 minutos, a veces algo más. Se utiliza el ritual, la cruz, gente que nos ayuda a sostener porque la fuerza que tienen es tremenda. Es gente preparada y discreta, que conoce los movimientos que se pueden realizar.
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