La pregunta es: ¿qué pasará si su partido pierde las elecciones parlamentarias que se van a celebrar el segundo semestre de este año?

Si acepta el resultado tendrá un congreso en contra que maniatará su poder, lo que le dará pretexto para tildarlo de conspirador, y lo acusará de propiciar un golpe de Estado apoyado por Estados Unidos, España (Felipe González y Aznar) y Uribe. Sacará a sus partidarios a la calle, cerrará el congreso, meterá presos a los legisladores acusándolos de traición a la patria, citará a una Constituyente que destituirá al Congreso y formará un nuevo gobierno con amplia mayoría de sus partidarios.

América Latina volteará con pudor a mirar hacia otro lado, Estados Unidos le impondrá nuevas sanciones, Santos llamará al diálogo y Samper aplaudirá el triunfo de la democracia.