Curiosamente lo comenté hace unos días cuando se estaban difundiendo los rumores sobre la Juve y el PSG como posibles destinos: ¿y por qué no el Atlético? Y bueno, parece que no estaba tan descaminado.

A Falcao lo adoran en el Vicente Calderón y recuerdan sus dos temporadas épicas que fueron el comienzo del gran Atlético que se convirtió en uno de los mejores equipos de Europa y rompió el duopolio del Barcelona y el Madrid, ganándose la liga, aparte de haberse convertido en el papá de los merengues.

Sería la resurrección perfecta. En estos momentos, luego de un comienzo incierto de temporada y un apretón del acelerador al llegar a la mitad, comienza a aflojar por la falta de gol. Simeone necesita a Falcao y Falcao necesita el cariño de los colchoneros.

Ojala se dé. El regreso soñado.