Ahí tenemos el ejemplo de lo que pasa si dejamos desbordar la justicia por propia mano: los paramilitares. Si la justicia no funciona hay que fortalecerla, si la policía es débil hay que fortalecerla, si el Estado es débil hay que fortalecerlo.

Muchas victorias contra la delincuencia se deben a la información oportuna de la ciudadanía, como sucedió con las dos bandas que asolaban la calle 26 con carrera tercera y sobre las cuales se han emitido varios programas especiales en un noticiero de TV. Once capturados puestos a disposición de la fiscalía es el resultado.

La unión entre la ciudadanía y el Estado es la solución democrática. O hagamos como en la Venezuela de Maduro o como lo hizo en su momento el senador Uribe. Organicemos brigadas armadas en los barrios y en los campos y luego, sin ley alguna, afrontemos las consecuencias.