¿Torpeza política de Obama? Más bien deseos de congraciarse con los republicanos, a quienes necesita si quiere sacar adelante la reforma a la inmigración y el llamado Obamacare que pretende un servicio de salud más igualitario para los estadounidenses. Digo esto porque en la práctica esta medida no es sino simbólica, sin ningún resultado práctico.

Quitarle la visa y congelarles sus bienes en Estados Unidos a siete tipos pertenecientes a la pandilla que tiene secuestrada a Venezuela, ni quita ni pone nada. Bueno, en realidad, sí. Le da oxígeno al inepto y corrupto Maduro, convirtiéndolo en víctima y ayuda a poner una cortina de humo que oculta los males del país que, solito, sin que nadie lo empuje, va camino del abismo.

Este episodio cantinflesco de Maduro me recuerda los días en que le quitaron la visa al que era por entonces presidente de la república, Ernesto Samper. Aparte de afectarlo a él y a su gobierno, jamás se pensó en Colombia que Estados Unidos quería derrocar el gobierno colombiano. Fue simplemente una medida política para mostrar su desaprobación hacia una presidencia cuestionada por infiltración de dineros del narcotráfico y posar de líder de la democracia, pese a que Estados Unidos, siempre que le conviene, apoya y sostiene dictadores corruptos.

Si de verdad quisiera tumbarlo, basta que Estados Unidos deje de comprarle petróleo a Venezuela y expropie las refinerías y estaciones de gasolina que tiene en territorio estadounidense. Pero entre bomberos no se pisan las mangueras. Ni Maduro deja de venderle petróleo a Estados Unidos, porque necesita el dinero del imperio para sobrevivir, ni Estados Unidos le deja de comprar porque necesita el petróleo venezolano. Por eso, apenas se muestran los dientes. Escenario de hormonas políticas a ver quién es el más duro. Nada más.