Pruebas fotográficas provenientes de un satélite ruso muestran que el derrumbe del World Trade Center fue una demolición controlada con “armas especiales”. El artículo siguiente ha sido traducido del ruso y transmitido a los EEUU, donde ha sido publicado el 7 de febrero pasado.
Expertos estadounidenses consideran que a pesar de las relaciones particularmente tensas entre los EEUU y Rusia desde la Guerra Fría, Putin sólo ha causado problemas menores a Obama. Los analistas estiman que es “la calma antes de la tempestad”. Putin podría golpear una sóla vez, pero si lo hace, entonces golpeará muy fuerte.
Rusia se prepara a sacar pruebas de la implicación del gobierno estadounidense y de los servicios de inteligencia en los atentados del 11 de septiembre de 2001. la lista de los elementos de prueba incluye imágenes satelitales.
el material publicado prueba la complicidad del gobierno de los EEUU en los atentados del 11-S y la manipulación lograda de la opinión pública. El ataque fue planificado por el gobierno estadounidense, pero fue ejecutado por procuración, de manera que un ataque contra los EEUU y su población fue presentada como un acto de agresión relacionado con el terrorismo interncional.
El motivo de este ataque de falsa bandera y de los asesinatos de sus propios ciudadanos habría servido los intereses petrolíferos estadounidenses y de las multinacionales de EEUU implantadas en Medio Oriente.
La prueba es tan convincente que desmitifica la historia oficial del 11-S y la versión sostenida por el gobierno norteamericano.
Rusia está administrando la prueba de que los EEUU organizan ataques terroristas bajo falsa bandera contra sus propios ciudadanos para tener un pretexto para intervenir militarmente en países extranjeros. En el caso de los atentados del 11-S la prueba proviene de imágenes satelitales que no dejan ningun duda sobre lo que realmente ocurrió, y pondría en evidencia la mentira de la versión oficial.
En caso de publicación, las consecuencias de la decisión de Putin pondría al descubierto las políticas terroristas secretas del gobierno estadounidense. La credibilidad del gobierno de los EEUU sería puesta seriamente en tela de juicio y podría desencadenar manifestaciones en las ciudades que conducirían a un levantamiento, según analistas norteamericanos.
¿Y qué ocurrirá con el lugar que ocupan los EEUU en la escena política internacional? La legitimidad de la situación de los EEUU como jefe de fila en la lucha contra el terrorismo internacional se vería totalmente destruída, y eso le daría una ventaja a los Estados gamberros (“rogue states” en inglés) y los terroristas islámicos.
Los analistas advierten que el desarrollo actual de la situación puede empeorar en cualquier momento.