Ver Mensaje Individual
Antiguo , 12:19:20   #1

Me Gusta
Estadisticas
Mensajes: 22.754
Me Gusta Recibidos: 14818
Me Gustas Dados: 20097
Ingreso: 04 dic 2010

Temas Nominados a TDM
Temas Nominados Temas Nominados 31
Nominated Temas Ganadores: 0
Reputacion Poder de Credibilidad: 198
Puntos: 347197
proyectofenix tiene reputación más allá de la reputaciónproyectofenix tiene reputación más allá de la reputaciónproyectofenix tiene reputación más allá de la reputaciónproyectofenix tiene reputación más allá de la reputaciónproyectofenix tiene reputación más allá de la reputaciónproyectofenix tiene reputación más allá de la reputaciónproyectofenix tiene reputación más allá de la reputaciónproyectofenix tiene reputación más allá de la reputaciónproyectofenix tiene reputación más allá de la reputaciónproyectofenix tiene reputación más allá de la reputaciónproyectofenix tiene reputación más allá de la reputación
Premios Recibidos

  
Predeterminado El Duende de Uxmal Calificación: de 5,00

Los mejores licores
Pues bien, dicen que en Nohpat vivía una vieja hechicera en una cabaña de tierra roja junto a los cerros y según se creía podía hablar con estos pequeños seres. También se contaba que esta vieja conocía el secreto y uso de hierbas mágicas que podían curar y matar. Había sido vista en numerosas ocasiones a la luz de la Luna recogiendo frutos y semillas que probablemente utilizaba en la confección de sus pócimas.



Cierto día, esta hechicera por medio de un sortilegio conoció que iba a morir pronto y acudió por la noche a las cuevas de los cerros donde solicitó a los corcovados que le dieran un hijo, ya que quería tener descendencia y era demasiado vieja para engendrar uno de forma natural.

Así pues, los diminutos seres le dieron un enorme huevo que parecía de tortuga diciéndole que ella tendría que incubarlo como si fuera suyo, ya que de ahí nacería su hijo.


De un huevo nació un niño con la inteligencia de un sabio

La vieja enterró el huevo en la roja tierra, junto al fogón de su cocina que le proporcionó el calor suficiente para que se incubara. Una noche, cuando las estrellas brillaban más fuerte y las alimañas del bosque se habían congregado cerca de la cabaña de la hechicera iluminada por la luz de la Luna, el huevo comenzó a moverse y al poco nació un niño con rostro de hombre y de siete palmos de altura, que jamás rebasó. Nació sabiendo el habla y dotado de una suprema inteligencia. Contaba maravillas encantando a las gentes del pueblo que se sintieron muy intrigadas por la presencia de ese raro hombrecillo. A esto, la vieja dijo que era su nieto para no levantar sospechas y que fuera acusada o temida.

Según se sabe “el enano” solía revolver todas las pertenencias de la vieja cuando ella no estaba en casa, para buscar lo que escondía. Como era muy listo, este pequeño ser se percató de que la hechicera siempre estaba cercana al fogón, aunque no estuviera cocinando nada.





En la pequeña plaza del pueblo, había un pozo público donde las gentes extraían el agua para beber y cocinar.

Todos los días la vieja hechicera se acercaba a llenar un cántaro de barro, con agua de este pozo. Es ahí donde la anciana un día mientras subía el recipiente, escuchó una voz resonante que le advertía de un hecho magnífico que iba a tener lugar en la ciudad de Uxmal. Sorprendida por la claridad de su mensaje, caminó dubitativa y ligera por la senda que conducía hasta su choza. La anciana presentía algo, pero nada ocurrió. Por la noche se acostó cercana al fogón como de costumbre y el enano se percató de que antes de dormir pasaba su mano por las cenizas del mismo.


Durante la noche el enano ideó una fórmula para que la abuela en su salida para llenar el cántaro, tardara más tiempo y pudiese rebuscar lo que presentía oculto. Humedeciendo un pequeño bastoncillo de madera, hizo un agujero en el fondo del cántaro tan escondido que no pudiese verse.

Por fin el enano encontró lo que buscaba, pieza indispensable para que la antigua profecía se cumpliera.

A la mañana siguiente el enano permaneció fingiendo estar dormido y esperando a que la vieja como de costumbre se fuera a por agua al pozo del pueblo. Cuando ésta salió de casa, el enano brincó como centella del lecho y comenzó a rebuscar por todos los rincones. La anciana se entretuvo más de la cuenta llenando el cántaro, ya que a causa del agujero nunca podía hacerlo del todo y lo intentaba una vez tras otra. El enano desesperado, fijó su atención en el fogón y lentamente se acercó e introdujo la mano entre las cenizas. Su cara se llenó de asombro cuando extrajo un pequeño címbalo de oro.

Con una mano en el címbalo y el bastoncillo de madera con el que había hecho el agujero al cántaro de su abuela en la otra, miró al cielo y subiendo las manos lentamente los golpeó. A esto, un enorme estruendo resonó en todas las tierras del Mayab. Todas las gentes se estremecieron e incluso las aguas de los ríos variaron sus cauces. Las aves de la selva levantaron el vuelo repentinamente y las entrañas de la tierra parecieron brotar por doquier. Tras este terrible trueno, las gentes comenzaron a salir de sus casas asustadas e inseguras para reunirse en la plaza del pueblo. El rey de Uxmal, atemorizado envío a sus hombres para congregar a todo el mundo en audiencia pública, ya que según una antigua profecía, algo muy importante iba a ocurrir.

Las gentes, guiadas por el instinto de la antigua profecía, se preguntaban unos a otros de la procedencia del sonido. Muchos recorrían los caminos en busca del artífice, otros permanecían en el pueblo por si éste se presentaba a voluntad propia. Y en poco tiempo, llegaron los guerreros del rey a la plaza de Nohpat, en busca de lo mismo que todos. Un anciano dijo haber escuchado la procedencia del sonido por el camino que conducía a los cerros Uitzes. Sólo una cabaña se encontraba por aquel lugar, la de la vieja hechicera.

Llevaron a la vieja y al enano a la plaza del pueblo, donde se les preguntó públicamente si habían sido ellos. La hechicera respondió: “ ¡ No, no hemos sido nosotros !”. A lo que el enano, afirmó haber sido él, el que resonó aquel címbalo de oro y levantando su mano derecha, alzó el susodicho instrumento. Las gentes se postraron ante él ya que conocían la profecía y sabían que podría ser el rey de Uxmal.

Fue conducido ante la presencia del rey en la enorme plaza de Uxmal, que le esperaba sentado bajo la sombra de una ceiba milenaria. Todas las gentes del contorno se congregaron para ver que ocurría con el enano.

El rey preguntó en voz alta: “Tu, enano, ¿ eres el que ha hecho sonar el címbalo de oro ?”. A lo que el pequeño hombre respondió afirmativamente. El rey había consultado previamente al consejo de ancianos de palacio para resolver la situación, y estos le dijeron que debería poner una serie de pruebas al nombrado por el destino, antes de ceder su trono y sino cumplía alguna de ellas, debería ser ejecutado el vulgar timador.


Comentarios Facebook

proyectofenix no está en línea   Responder Citando

compartir
                 
remocion sep Gold sep Silver sep Donar

marcaNo Calculado   #1.5
SponSor

avatar
 
Me Gusta denunciando
Estadisticas
Mensajes: 898.814
Me Gusta Recibidos: 75415
Me Gustado Dados: 62988
Fecha de Ingreso: 02 jun 2006
Reputacion
Puntos: 1574370
Ayudante de Santa está en el buen caminoAyudante de Santa está en el buen caminoAyudante de Santa está en el buen caminoAyudante de Santa está en el buen caminoAyudante de Santa está en el buen caminoAyudante de Santa está en el buen caminoAyudante de Santa está en el buen caminoAyudante de Santa está en el buen caminoAyudante de Santa está en el buen caminoAyudante de Santa está en el buen caminoAyudante de Santa está en el buen caminoAyudante de Santa está en el buen caminoAyudante de Santa está en el buen caminoAyudante de Santa está en el buen camino
emoticon Re: El Duende de Uxmal

 
Los mejores licores
 
   
   
_______________________________________________
Publicidad :)
conectado
 
Page generated in 0,06896 seconds with 12 queries