| Denunciante Épico
 |  Respuesta: La caricatura de la revista Semana que molestó a Maduro (Imagen)
Cita:
Iniciado por cesar coy  Nunca he dicho que no son antiuribistas, lo son...y eso no es delito ni les resta credibilidad. Lo que ud dice es que son castrochavistas, lo cual si les restarìa enteros sobre la idoneidad de sus letras.
Lo repito una y mil veces: como no se dan cuenta los uribistas que son el espejo en Colombia de los chavistas. Cualquier persona que no adhiera a su lider o tiene intere$e$ oculto$ o esta abducida por el enemigo (el imperio de un lado, el castrochavismo del otro). Jamas pueden aceptar que si alguièn expresa dudas es porque de verdad no le convencen los actos del Lider.
Grave serìa que Semana atacara UNICAMENTE a Uribe, no que sea el QUE MAS ataquen. Coronell, que tan vendido les parece, de 10 columnas 8 ataca a Uribe, 1 a Santos y 1 a Petro. En cambio periodistas objetivos como Plinio, Londoño y Maria Isabel de 500 columnas, 500 don defendiendo a Uribe y atacando a sus contradictires.
RAP, si revisa mis comentarios sobre Petro y Maburro podrÌa calificarme de castrichavista por ser antiuribista? | No veo la razón de que al ser una revista castrochavista tenga menos crédito que cualquier otra. Cada uno tiene derecho a tener su orientación política y eso está bien si no hace mella en su labor periodística y en su imparcialidad , cosa que no ocurre con la que nos ocupa.
Ahora no estoy hablando de los columnistas o de sus blogueros, sino de su contenido. Si usted mira las últimas ediciones se dará cuenta que no hay nada que se le parezca a una mirada crítica con la situación de Venezuela. Las noticias que, por su importancia o relevancia, no pueden pasar por alto, las relegan a un simple cuadro y a olvidarse del asunto y a hablar mal de Uribe. Siempre las noticias sobre los desmanes de los chavistas son tratados con otro cristal y no con la misma lupa con que se mira cualquier aspecto relacionado con nuestro ex presidente senador.
No estoy pidiendo que la revista Semana se convierta en el adalid contra el chavismo porque ese no es su papel, pero si debería ser más objetiva y, así como se rasgaría sus vestiduras si se tratara a la prensa de acá de la manera como se lo hace allá, debería alzar su voz de protesta por las violaciones flagrantes a la libertad de expresión del chavismo. Ese si es su papel.
Ahora bien, de eso se trata el castrochavismo: de la intromisión y extensión de esa abominable doctrina en todos los estamentos sociales, políticos y militares sin que nadie levante su voz y, los que deberían hacerlo, que por tener intereses no lo hacen, se convierten en cómplices silenciosos o en el peor de los casos, activos de esa amenaza.
En el caso de la revista, siendo patrocinada por el gobierno de Santos por medio de contratos multi, multi, multi millonarios, es claro que la información no la manejan igual, la esconden o la transparentan, ensalzan cualquier "logro" de la revolución bolivariana y le dan más importancia a su papel internacional, se convierte así en uno más de los instrumentos de penetración bolivariana en Colombia.
El problema, César, es que el tal castrochavismo lo cogieron como broma o exageración y su desconocimiento se debe, en gran parte, a que el término lo acuño el uribismo, pero no por eso debemos echarnos a dormir cuando nos están invadiendo la casa los malos vecinos. Desde el apoyo descarado de los chavistas a los terroristas de las farc, el pedido de reconocimiento internacional para ellos, su reugio, logística, armamento y financiación, así como la total impunidad en que ellos viven alla, hasta el narcotráfico institucional, la intromisión en nuestra política, la agarrada de testículos en que tienen a Santos, la influencia en los demás países vecinos de Colombia y su coacción hacia nosotros, son muestras claras de que eso existe. Además, ni siquiera ellos mismos se han propuesto ocultarlo con su manido discurso de la integración latinoamericana o sus medios comprados como Telesur o los organismos creados por ellos como la Unasur o el Alba.
Le cuanto que, en un principio, a mí también me daba risa ese término y la posible amenaza hacia nuestro país, pero ahora ya no me parece tan gracioso...
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