En 1986 un grupo de científicos de Palo Alto, Silicon Valley, Estados Unidos, recibieron el motor antigravitacional de un OVNI.
El objetivo de la investigación que realizaron fue entender la tecnología extraterrestre para aplicaciones comerciales y de uso civil. El proceso investigativo tuvo dos partes: establecer un completo entendimiento teórico y operacional del motor extraterrestre; y, transformar los principios del motor extraterrestre en un tecnología aplicada y útil.
Lo primero que observaron fueron tres cosas: un generador personal antigravitacional; un conjunto de imágenes tridimensionales grabadas y proyectadas; y, un sistema complejo de símbolos y constructos geométricos capaces de definir la funcionalidad del motor y de manipular su comportamiento, algo análogo al lenguaje de un programa computacional pero sin la necesidad de una fase de compilación o interpretación.
Estos son los registros únicos del llamado Proyecto CARET. Los hizo públicos un misterioso hombre llamado Isaac, de quien luego no se supo nada más, generando una polémica de proporciones en la Ufología moderna.