DeNunCianDo - Ver Mensaje Individual - ¿Era tan cafre el suegro de Diomedes Díaz en la vida real como lo pintan en la telenovela?

INDIVIDUAL · 11-02-2015 , 09:21:14

Tal parece que el actor Víctor Trespalacios no exagera en nada al interpretar al padre de ‘Lucía Arjona’, conocido como 'el Negro Acosta'.

Twitter @DiomedesRCN
“Machista, dominante, libertino con las hijas ajenas y puritano con las propias”, así era realmente ‘el ‘Negro Acosta’, el padre de Patricia Acosta, la primera esposa del ‘Cacique’, según el cronista Alberto Salcedo Ramos.

El personaje era famoso por sus frases sinceras y muy subidas de tono, que ahora son recreadas en la exitosa novela de RCN. Estos son algunos ejemplos:

Y estas otras de sus frases más 'célebres':

Cómo conociste a esa mierda de tipo".

A esta hora nadie sale a una vuelta".

Tú de mí no te vas a burlar".

Quítate de ahí que te jodo a ti también (a la esposa)".

En su crónica 'La eterna parranda de Diomedes', publicada por Soho, Salcedo Ramos cuenta que ‘el Negro’ educó a sus 9 hijos “bajo los mismos principios severos con los cuales lo formaron a él”. Por esa razón, sus tres hijos hombres trabajaron desde pequeños y las 6 mujeres pasaban la mayor parte del día encerradas en la casa porque sus hijas tenían que ser mujeres serias.

“Lo característico de la mujer seria es recibir en su casa al pretendiente. Mantenerse siempre bien puesta en su lugar para darle a entender al enamorado que no es ninguna aventurera de montes ni de callejones. De modo que cuando una hija suya se enamorara no tendría más alternativa que traer el novio a la casa. Pero eso sí: el tipo que pusiera un pie en la terraza tendría que fijar la fecha del matrimonio antes de terminar la primera visita”, dice Salcedo.
Con todas estas reglas impuestas por ‘el Negro Arjona’, Patricia sabía que su padre rechazaría a Diomedes: un joven feo, flaco, pobre y con un ojo chueco.
Por eso ella resolvió verse a escondidas con Diomedes. Algunas veces se volaba la cerca de su casa y otras noches él le hacía la visita por la ventana marrón que había en el cuarto de Patricia.
“Así conversaban, así se arrullaban y así se permitían hasta el lujo de besarse. Los amigos comunes de ambos murmuraban que a Diomedes se lo veía todas las mañanas con los barrotes de la ventana pintados en la frente”, señaló el cronista.