La actividad demoniaca está en aumento en todo el mundo, por lo que la lucha contra el mal se ha convertido en una emergencia pastoral para la Iglesia Católica. Es lo que decenas de exorcistas declaran en entrevistas producidas y/o difundidas desde Portaluz.
Lo corrobora también declaraciones de satanistas como las de Lucien Greaves, líder de la organización The Satanic Temple”, quien ha señalado que el satanismo moderno lucha por los derechos de los homosexuales y el aborto libre. Precisamente su organización ha logrado esta semana que el Estado de Florida (USA) les autorice a situar en el Capitolio un particular adorno navideño de gran tamaño… “un ángel cayendo a un lago de fuego”, según ha difundido el diario peruano El Comercio.
Pero al satanismo, Satanás y los demonios se les hace cada vez más complejo seducir y lograr sus objetivos. Desde hace algunos meses tan sólo, se ha reactivado desde el seno de la Iglesia una batalla frontal
Punto de partida
Precisamente con el propósito de analizar la difusión y consecuencias del ocultismo, el satanismo y el esoterismo, así como unificar criterios para combatir al maligno, recientemente se realizó en el Vaticano el primer Congreso de la Asociación Internacional de Exorcistas (AIE), luego de que en junio pasado recibiera el reconocimiento jurídico por parte de la Congregación para el Clero.
El P. Guillermo Barba Mojica, coordinador de Exorcistas de la Arquidiócesis de México, señaló que se estudiaron las problemáticas más fuertes que motivan, especialmente a las nuevas generaciones, a involucrarse con el ocultismo y el satanismo. Coincidieron en que la ausencia de fe y el alejamiento de Dios son las causas principales de prácticas fetichistas y supersticiosas, así como de creencias equivocadas.
Se analizó todo los relacionado con el Diablo y el misterio del mal, que cada vez penetra más en la conciencia de los seres humanos de manera imperceptible, para modificar las normas de conducta y hacer permisible lo indeseable, como es el aborto, el adulterio, la muerte asistida, las uniones asexuadas, la práctica de ocultismo y satanismo, la introducción del culto a la muerte, los falsos santos del narcotráfico, las sectas de prácticas fetichistas”, indicó el P. Barba Mujica.
Añadió que los sacerdotes exorcistas hicieron énfasis en el papel fundamental de su ministerio, que es el acompañamiento de los fieles que sufren las consecuencias sociales, psicológicas y espirituales de haber abierto la puerta a Satanás, al igual que en el aspecto de la prevención para evitar verse envueltos por la astucia del mal. Dijo que se trataron temas como la influencia del maligno por medio de tatuajes y piercings, símbolos visibles de su intervención en la vida de los adolescentes y jóvenes de nuestros tiempos. También el satanismo en la música, donde el lenguaje cada vez está más orientado a resaltar actitudes antisociales y contrarias al orden de la vida humana.