A ningún jugador, ya sea profesional o amateur, le gusta dejar el campo de juego cuando el entrenador decide sacarlo. Lógicamente, nadie asiste a un partido con la intención de no jugar, y es normal que cualquiera se enoje cuando el entrenador lo substituye.
No obstante, lo de Neymar con Luis Enrique ya es algo que se está tornando común y ambas partes tienen un poco de razón. El encuentro entre el Atlético de Madrid y el Barcelona fue muy picante y, de hecho, en el entretiempo varios jugadores del Atleti se enojaron con Neymar por un gesto en el festejo del segundo gol y le pegaron bastante a lo largo de todo el partido.
Ahí es donde Luis Enrique tomó la decisión de, a 13 minutos del final, sacar a Neymar para evitar que lo lesionaran, puesto que ya era el objetivo de todas las patadas de la defensa del equipo de Diego Simeone. “¡Siempre yo!”, se quejó el brasileño ante la mirada de Unzué, un ayudante del entrenador, y con Xavi al lado intentando calmarlo. Primero, el asistente hizo oídos sordos y luego le respondió algo que la cámara no llegó a captar.
Claramente, el jugador no quería abandonar el campo en un momento tan importante del partido, mientras que el técnico seguramente pensó que el Atleti no iba a poder meter los dos goles que necesitaba en apenas 13 minutos, y por eso decidió sacarlo. Afortunadamente para ambos, Barcelona ganó y ya está en semifinales de la Copa del Rey.