El mayor Luis Gabriel Agudelo, comandante operativo de la Policía de Soacha, es uno de los hombres que colaboró en el rescate de una bebé recién nacida que fue abandonada en una maleta en el barrio El Trébol de dicha localidad. Hoy dice que siente por la niña “lo que un padre siente por su hijo” (Lea también: Nuevos hechos de violencia contra los niños sacuden a Cundinamarca).
Desde el rescate, los cuidados y cariños que le fueron negados a la menor por sus padres biológicos, se los ha brindado a diario el mayor Agudelo junto a su esposa, por ello tramita una solicitud ante el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) para adoptarla.
Cuando el uniformado la encontró “de inmediato le prestaron asistencia médica y de acuerdo a la labor de los galenos, nos informaron que la niña tenía entonces entre 4 y 10 días de nacida”, aseguró.
Al trasladar a la menor a un centro asistencial, “en el hospital le colocaron ‘N.N. mujer’, pero pedimos que por favor le pusieran un nombre para poderla encontrar en el registro médico; llegamos a un consenso entre los policías y le colocamos Violeta a la niña, por la dulzura que refleja, igual que las flores”, añadió.
Agudelo indicó que la situación, luego de lo que ha vivido con su pareja, “es cosa de Dios y la vida, que Violeta se cruzó en nuestro camino. Desafortunadamente los papás tomaron una decisión no correcta y la ayuda que le brindamos es desinteresadamente”.
Finalmente, expresó que la mirada de la niña evoca en su corazón sentimientos únicos: “Violeta es una niña con ojos claros, bonitos, con abundante cabello; una niña hermosa. Cuando la veo siento una sensación muy bonita, de amor. Algo inexplicable, me imagino que los que son padres, entenderán”.