Lo primero que debe aclararse es que este artículo fue publicado en El Espectador.

Sobre el cuerpo de la noticia son apenas especulaciones pues aún falta mucho para que se llegue a una decisión judicial al respecto.

Solo cabe decir que de aquí en adelante, y con miras a las próximas elecciones de octubre, los partidos deben cuidarse mucho en sus avales y sus gastos desmedidos. A juzgar por lo que está sucediendo con el poderoso Centro Democrático, la reforma política de 2011 tiene uñas y dientes y la justicia no tiene miedo de aplicarla, una buena noticia en un país donde la corrupción cunde por doquier de la mano de la impunidad.