Redacción
José María Baldoví El modelo público Basura Cero acabó con el oligopolio de los operadores privados, recogió
más residuos y bajó la tarifa.
Si algo marcó la vida de los ciudadanos
de Bogotá fue la puesta en marcha de Basura
Cero, el nuevo modelo de recolección
de residuos, porque no solo permitió que
el Distrito asumiera la defensa de lo público,
al controlar 52 por ciento de la operación
de aseo, sino que permitió un ahorro
sustancial en cuanto a facturación. Es así
como antes de 2012 se facturaban 385.605
millones de pesos, pero en 2014, tres años
después de la implementación del esquema
público, se facturaron 340.153 millones
de pesos. Esto significa que se registró un
ahorro de 45.452 millones de pesos, lo que
corresponde a una disminución de 11,79
por ciento, hecho que se refleja en los bolsillos
de los usuarios. Además, la vinculación
de 13.757 recicladores a la cadena de
tratamiento de basuras, en cumplimiento
de un fallo de la Corte Constitucional, ha
mejorado sus condiciones y ha elevado su
calidad de vida