Justin Bieber le cumplió involuntariamente el sueño a muchos que lo quieren ver caer: se pegó un tremendo palo mientras andaba con su skate por Nueva York, al intentar saltar unas escaleras.
El cantante fue con su séquito de guardias a las puertas de un local comercial con escaleras en su vereda, en pleno corazón de la Gran Manzana, y por supuesto que congregó una multitud de curiosos que pasaban por ahí.
Y con los tiempos que corren, todos registraron en su teléfono los numerosos intentos de completar la prueba, hasta que en una de esas oportunidades Bieber (ahora platinado) fue a parar al piso con dureza.
Igualmente, no se dio por vencido y terminó completando su objetivo, pero claro que fue carne de "bullying" en las redes sociales.