Muy rica la Maryori, para pedirla que salga conmigo hasta que se canse de mi, linda sonrisa y lindo cuerpo, nada mal, se la ve en la flor de la vida, deliciosa y sexy. Tu exquisito aroma envuelve nuestros cuerpos
convirtiéndonos en un solo ser,
dejando huella en ambos corazones
que laten sin cesar y sin control a un mismo ritmo.
Transformándolos en música celestial,
canto divino como la voz de un Ángel
que con su suave y delicado tono se convierte
en melodía que nos proyecta una paz interior…