La maestra les encargó de tarea a sus alumnos contar una historia de la vida real y decir la moraleja que dicha historia les dejó.
Laurita comienza:
"Mi hermano andaba con unos muchachos muy malos y después él comenzó a portarse igual que ellos. La moraleja es: el que con lobos anda a aullar aprende".
Sigue Juanito:
"A mi mamá le vendieron una cadena muy brillante y a los pocos días comenzó a herrumbrarse. La moraleja es: no todo lo que brilla es oro".
Y así todos lo demás hasta que le llegó el turno a Pepito:
"Yo tenía un pollito en la casa. Un día se cagó en la sala y el perro se comió la cagada; después salió a la calle y lo mató un carro. La moraleja es: ningún come mierda debe salir a la calle".