Un fragmento de un discurso del presidente ecuatoriano, en el que tuvo evidentes problemas con su pronunciación, fue editado para realizar el montaje en paralelo con la clase de inglés del profesor Jirafales, intervención que, además de llevarse varios “Ta,ta,ta,ta,ta”, también generó carcajadas por parte de la Chilindrina y sus demás compañeros.
Al final, el ‘maestro longaniza’ exclamó “qué mal… ¡qué mal!”, y le recomendó tomar un curso de idiomas.