Hace un tiempo un lúcido pensador dijo que la humanidad aún se encuentra en la prehistoria, y razón tenía porque aún nuestra respuesta a los problemas sociales no es la cordura, el examen de los problemas, el hallazgo de las soluciones, sino el plomo, un pensamiento primitivo que llevaron a su máxima expresión los nazis, con su teoría de la "solución final".

De este tenor son los grupos de "limpieza social" que aún se proponen por mentes atolondradas, recordando a los grupos que pulularon hace algún tiempo y que hoy permanecen en la sombra con reapariciones ladinas y que dieron lugar a la más aterradora serie de matanzas con sello paramilitar, con el argumento de que todo el que pensara distinto era un terrorista.

Infortunadamente, aún no nos separamos lo suficiente de nuestros parientes, los primates.