De acuerdo. Aunque hay muchas aristas para reflexionar, lejos del consabido maniqueísmo (se jodió el proceso de paz, se mejoró el proceso de paz) y requieren de un análisis profundo, baste con decir que la rapidez con la que se resolvió muestra varias cosas.

1. Los negociadores de las Farc fueron sorprendidos por el secuestro
2. Hay unidad en torno al Secretariado y el frente que secuestró al general no es una rueda suelta. Obedece las órdenes. Incluso hay que recordar que tienen una representante en La Habana.
3. Las Farc, pese al botín valioso que tenían (en otras circunstancias hubiera servido para una significativa ganancia) accedieron a dejarlo en libertad, lo que indica que lo de la paz va en serio.
4. Este hecho reaviva la discusión sobre los alcances que debe tener la confrontación armada
5. Hay un trato diferenciador entre captura de guerrilleros y militares.
6. Se dio una solución política y no militar.
7. Superar las grandes crisis fortalece los procesos, de ahí que la lógica conclusión es que las conversaciones de paz salen fortalecidas.