Para la Presidenta del Consejo de Estado, María Claudia Rojas, la decisión de anular la elección del magistrado Francisco Ricaurte de la Judicatura marca un precedente judicial para eliminar la práctica del “Yo te elijo, tú me eliges”.
Sin embargo, aún queda un aspecto por definir: el relacionado con Pedro Munar, el otro magistrado de la Judicatura, que fue elegido por la Corte Suprema utilizando la práctica de la puerta giratoria.
Este jueves Munar, haciendo un precipitado balance de su gestión, decidió romper su silencio respecto al tema de su caso indicando que su elección se debe a que: “la judicatura debe tener personas que tengan conocimiento de las cosas de la administración de justicia”.
Respecto al fenómeno de la ‘puerta giratoria’ indicó que su designación se basó en el conocimiento que tenía de la rama, por lo cual no ve inconveniente en que sea un magistrado de otra corte el que llegue a la judicatura.
“Me parece que hay que ponderar muchas situaciones, por ejemplo que a estos órganos llegue gente con experiencia en el manejo de la administración judicial y, desde ese punto de vista, yo sí creo que es válido”, indicó Munar.
Pedro Munar justificó su designación con el mecanismo vigente para momento por lo cual considera que fue legal. “Yo fui elegido con unas reglas del juego, desde 1991 la Corte Suprema siempre eligió a sus exmagistrados y a sus expresidentes como miembros de la judicatura.
“Acertada o equivocadamente, la Corte consideraba que en este órgano deberían existir personas con suficiente conocimiento de la rama judicial”.
Su intervención terminó la terminó con la siguiente frase: “Soy el primer ciudadano en acatar las decisiones judiciales”. ¿Será que no actúa como su colega Francisco Ricaurte, que dilató su salida por cuatro meses?