 Denunciante Leyenda
 |  Maduro se alinea con sector marxista ortodoxo del chavismo
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 |  (foto AVN) El gobernante venezolano Nicolás Maduro cruzó un puente de no retorno al destituir al ministro de Relaciones Interiores Miguel Rodríguez Torres, ya que esa decisión lo ubicó claramente al lado del marxismo ortodoxo del chavismo -y de sus temidas bandas paramilitares- en el enfrentamiento que ese sector mantiene con la facción militarista de la revolución bolivariana, dijeron analistas a El Nuevo Herald. ANTONIO MARIA DELGADO
[email protected] Es un escenario que amenaza con incrementar la conflictividad dentro del chavismo, en momentos en que las bandas paramilitares conocidas en Venezuela como colectivos le exigen a Maduro que destituya al presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, tal como hizo con Rodríguez Torres. Los colectivos había exigido la destitución del ministro de Relaciones Interiores, y al ceder ante el pedido, Maduro tomó un camino muy distinto al asumido tradicionalmente por el fallecido presidente Hugo Chávez, quien a la hora de escoger entre el marxismo radical y el ala militar, solía pronunciarse por sus antiguos compañeros de armas, quienes eran los que les garantizaban su permanencia en el poder, comentó el asesor político Orlando Viera Blanco. Maduro en esta ocasión optó por ceder ante las presiones de los colectivos, demostrando sentir más afinidad por las agrupaciones revolucionarias violentas, que exigen una profundización de la revolución, que por el más pragmático sector militarista conocido como el 4F, liderado por oficiales que acompañaron a Chávez en su aventura golpista del 4 de febrero de 1992, dijo. “Tuvo que decidir, y por lo pronto Maduro se inclinó por anidarse, y rodearse más, de los colectivos”, manifestó Viera Blanco en Miami. Y con ello, Maduro dejó entrever cuál es el sector que le genera más confianza. La decisión es fácil de entender, añadió. “Maduro es un civil que viene de una lucha de izquierda, que se ha paseado por los grupos radicales de izquierda, y que no viene del ala militar, donde no goza, necesariamente, de la ascendencia y de la jerarquía que tenía Hugo Chávez”, resaltó. Antonio De La Cruz, director de la firma Inter American Trends, coincidió desde Washington. “Maduro opta por los colectivos porque son los que le dan una mayor confianza, son los que él percibe como más leales, en sus aspiraciones de permanecer en el poder”, señaló De La Cruz. “Al momento de una situación difícil, que pudiera ocurrir por falta de recursos, por la falta de divisas en dólares, y la escasez que se sigue profundizando, deja el escenario abierto de un estallido social, que Maduro tendría que salir a controlar y para ello va a requerir de la ayuda de los colectivos”, explicó. El tema es que la destitución de Rodríguez Torres no calmó a los colectivos, quienes ahora van por Cabello, a quien acusan de ser uno de los hombres más corruptos del país y de ser el verdadero enemigo de la revolución bolivariana. “Señor presidente @NicolasMaduro si antes del #31O usted no solicita la renuncia d Cabello perderá nuestro total apoyo”, declaró la semana pasada el Colectivo 5 de Marzo a través de su cuenta de Twitter. “TENEMOS EL APOYO DE TODAS LAS BARRIADAS DE CCS [Caracas] Y TODO EL PAÍS, BUHONEROS, MOTOTAXISTAS, DIFERENTES FRENTES. PEDIMOS LA RENUNCIA DE DIOSDADO!”, advirtió la agrupación. Las demandas de los paramilitares surgieron tras la muerte del líder del Colectivo 5 de Marzo, José Odreman, y otros cuatros integrantes de la organización en un enfrentamiento con agentes del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC). Según la policía, los cinco muertos eran integrantes de una peligrosa banda delictiva responsable de múltiples homicidios. Pero Odreman no era un delincuente común. El ex sargento jubilado de la extinta Policía Metropolitana de Caracas era uno de los pocos representantes del Movimiento Juan Montoya, organización que agrupaba al menos a 100 colectivos que operaban en la Gran Caracas, y se codeaba con la crema y nata del chavismo, apareciendo en varias fotos junto a Chávez, a Maduro y su esposa Cilia Flores, entre otros. “¿Cuándo Odreman, Chávez y el resto, muertos en Quinta Crespo, dejaron de ser luchadores populares y se convirtieron en hampones?”, preguntó en una columna el ex vicepresidente José Vicente Rangel, uno de los más influyentes estrategas políticos del régimen. En su columna, Rangel advirtió que el incidente podría tener serias repercusiones para el régimen. “Estos graves hechos acaecidos en el país, todos por el mismo corte, obligan al gobierno a adoptar medidas de excepción para impedir la metástasis, para impedir la impunidad, para impedir el deterioro de la imagen gubernamental”, enfatizó.
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