Antes de irme a dormir, fui a revisar para que mi hija menor estuviese dormida, la encontré en la cama tapada de pies a cabeza, temblando. En ese momento me senté en su cama, la abracé y me dijo:
- Hay alguien en el closet.
Obviamente se trataba de una fantasía de una niña de tan corta edad, algo normal, así que para que no creciera con esos temores, decidí abrir el closet para que se sintiera segura...
Al abrirlo, me llevé la gran sorpresa de encontrar a mi hija menor, temblando, y me dijo:
- Hay alguien en la cama.
Pasada mi primera reacción de asombro, me acordé que tuve gemelas y las cogí a chancletazos a las dos...