Denunciante Bronce
 |  La historia de los dos 'punkeros' que golpearon a Alejandro Vargas
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 | Tienen abogados pagados por el Estado y residen en dos barrios estrato medio bajo. Habían tomado.  Foto: Archivo particular Nicolás Andrade (izq.) y Daniel Ricardo Alejandro Nattes Gallego, los punkeros señalados de agredir al universitario Alejandro Vargas.
Maxilar inferior fracturado en tres partes, una vértebra de su columna desplazada, fractura de cráneo, ruptura total del tabique, cortes en la cara, estado emocional afectado… Ese es el cuadro clínico de Héctor Alejandro Vargas Peraza, el universitario de 22 años que, el fin de semana pasado, recibió una golpiza en la carrera 7ª. con calle 59, en el norte de Bogotá, pasadas las 8 de la noche. Lo poco que se sabe de sus agresores, que quedaron libres por vencimiento de términos, es que se llaman Daniel Ricardo Alejandro Nattes Gallego y Nicolás Andrade, jóvenes ‘punkeros’ que se opusieron al arresto y le escupieron a los policías. Además, ocultaron sus rostros cuando en la audiencia de legalización de capturas, supieron que podrían ser acusados de tentativa de homicidio (de 6 y medio a 17 años de cárcel). En las últimas 72 horas se encerraron en sus casas –en barrios de estrato medio bajo, en ambos extremos de la ciudad– y han intentado afanosamente borrar todo rastro de sus vidas en redes sociales. De hecho, bloquearon sus perfiles y twitter en donde, sin embargo, quedó evidencia de su afinidad con los punks y con los skinheads o cabezas rapadas. Antes del episodio, Nattes exhibía sus tatuajes de calaveras, garras y serpientes en su brazo izquierdo y su gusto por grupos que propagan la lucha ‘antisistema’. “No tenemos miedo a morir porque somos la m..., somos skin”, se oye en un video que subió a la nube.
Pero allí también hay evidencia de la cercanía con su familia, en especial con su abuela, y de un episodio del que poco hablaba. “Daniel nos dijo que estuvo de residente en una fundación para adictos y que aún recibía terapia”, dijo un allegado. Y su nombre coincide con el de un paciente de una de estas fundaciones. El otro agresor, Nicolás Andrade, estudiante de diseño gráfico, menos activo en redes sociales, también dejó rastro de su tendencia ‘punkera’. Y aunque sus abuelos, con los que vive, consiguieron un certificado, de una corporación universitaria, que da fe de su buena conducta, horas después de propinar la golpiza, tanto él como Nattes aún tenían alcohol en su sangre (grado uno). En el momento de su captura, Andrade estaba indocumentado y ni siquiera recordaba el número de su cédula. La defensa de ambos muchachos la asumieron abogados de oficio, pagados por el Estado. EL TIEMPO los contactó, pero se abstuvieron de dar detalles y de confirmar el paso de Nattes por un centro de rehabilitación. Pero allegados de los agresores accedieron a dar su versión. “Nattes y Andrade estaban en una reunión de tribus urbanas y cuando pasaron cerca del grupo de Vargas, alguien les gritó: ‘Están dando un millón de pesos por un punkero’. Ahí se empezaron a insultar y el primero en lanzar un golpe fue un acompañante de Vargas. En un video está la evidencia de que los provocaron y agredieron primero”, dijo un allegado de Andrade. ‘Con manoplas de acero’ En efecto, Ornela Carolina Suárez, novia de Vargas, le admitió a EL TIEMPO que uno de sus amigos, León Felipe Moreno García, fue el primero en reaccionar, pero dijo que lo hizo luego de que los ‘punkeros’ lo escupieron. “Gritaron que querían romper cráneos de gomelo, y uno le escupió a León, que reaccionó. A él se le partió el túnel carpiano y tiene enyesada la mano”, dijo Ornela. En la denuncia, León –quien será llamado por las autoridades– aseguró que los agresores llevaban manoplas de acero y que uno de ellos tomó la cabeza de Andrés con sus manos y le pegó contra un bolardo hasta dejarlo inconsciente. Tanto León como, Ornela Suárez, Gissel Astrid Mejía y Daniela Ardila –acompañantes de Vargas– serán llamados a testificar para pedir la recaptura de los ‘punkeros’ y tratar de demostrar que se trató de una tentativa de homicidio. El caso ha causado tal indignación que el presidente Juan Manuel Santos hizo referencia a este: “¿Qué le pasa a una sociedad donde unos matones se arrogan el derecho de acabar con la vida de un muchacho bueno? (...) Un par de jóvenes ‘punkeros’ le dieron una terrible paliza a un estudiante que no conocían, solo porque querían ver ‘sangre de gomelo’”. ‘Sí Es tentativa de homicidio’: Granados Aunque la Fiscalía dice que, según el dictamen del Medicina Legal, la golpiza de la que fue víctima Alejandro Vargas no puso en peligro su vida y que es un caso de lesiones personales, el penalista Jaime Granados insiste en que los ‘punkeros’ deben enfrentar cargos por tentativa de homicidio. “La intención de matar no depende del resultado, es decir, de la gravedad o lesiones. Puede no producirse lesión y, aun así, existe la intención”, dice. Y sustenta su tesis en que la Corte Suprema ya falló un caso similar en Santander y sentó jurisprudencia. Y agrega que un bolardo y una manopla fueron usados como arma: “En este caso, la intención de matar es evidente y se frustró gracias a unos vigilantes”. Fuente: El tiempo
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"Aún hay vagos destellos de civilidad en este matadero salvaje que alguna vez fue la humanidad" . |