Es increíble, que en Venezuela, segundo país más violento del mundo, con miles de crímenes sin resolver, se haya llegado tan rápido a una supuesta solución para el asesinato de este señor, y lo peor de todo es que cuenten con la vocería internacional de Samper, que ha pasado a ser un lacayo del gobierno de Venezuela, propagando esa versión sin confirmar de que fueron paramilitares colombianos los que asesinaron al diputado este.